Gonzalo Maier: "Es otro el que te hace excéntrico, no es un lugar que busque"

GONZAL

El escritor, de 37 años, publica Hay un mundo en otra parte, libro conformado por ocho historias, donde la reflexión y las digresiones se cuelan en la ficción.


Son ocho historias, pero también podrían ser ensayos de la vida cotidiana o apuntes de autoficción. Presentados en la contratapa como "textos", los relatos de Hay un mundo en otra parte no se dejan clasificar fácilmente.

El volumen es el nuevo libro de Gonzalo Maier (37), periodista y escritor nacido en Talcahuano, en 1981. Criado en Santiago y Viña del Mar, vivió siete años en Holanda y Bélgica. En Europa hizo un master en Estudios Iberoamericanos y regresó a Santiago, en 2016.

"Me gustan los libros que se leen como libros. No me interesan tanto los géneros, sino que los trabajos funcionen como un libro, más allá si es novela o cuentos", dice el autor de Leyendo a Vila-Matas, editado por Lom, en 2011; Material rodante (2015) y El libro de los bolsillos (2016), ambos impresos por el sello español Minúscula y donde el viaje y los detalles son protagonistas.

"Esta vez quería trabajar la idea de que hay un mundo en otra parte, de que el jardín del vecino siempre es más verde, que uno quiere cosas y no sabe si realmente las desea. Como el tipo que quiere vivir en una gran ciudad y termina viviendo al lado de unas gallinas", dice Maier refiriéndose a Un año más o menos largo, historia que abre su última publicación. Allí las digresiones del narrador lo llevan a citar a Walter Benjamin como a Gary Medel.

"El ensimismamiento es una condición productiva para Maier", apuntó en estas páginas el crítico Juan Manuel Vial sobre Hay un mundo en otra parte, "y cuando cavila en torno a situaciones minúsculas, en torno a objetos comunes y corrientes, en torno a estados de ánimo tan frecuentes como la molicie o la timidez, suele obtener el máximo provecho", agregó del también columnista y traductor.

En el texto La vida nueva el protagonista regresa a Amsterdam después de varios meses en Santiago; un profesor se acuesta con su alumna, experta lanzadora de bombas molotov, en el relato Dos o tres apuntes sobre el Maoísmo, y múltiples voces se contradicen en Cuaderno adversativo. Son parte de las historias de Hay un mundo en otra parte. La portada del libro está ilustrada con una imagen del fotógrafo Martin Parr.

"Es muy linda. Creo que es una foto que enriquece los textos", comenta Maier, quien ha sido considerado "una voz excéntrica" dentro de la actual narrativa latinoamericana. "Bueno, es otro el que te hace excéntrico, porque tú eres tú no más. No es un lugar que me moleste, pero tampoco es un lugar que busque. Quizá esa incomodidad me acomode mucho", dice Maier, quien se declara lector de obras diversas, con preferencia por el ensayo.

"Me gusta la hibridez de su contenido. Además se presta mucho para sacar la vuelta. ¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de ensayo? Ahora desde un paper académico hasta el libro de un político puede ser un ensayo", comenta. "Me aburro mucho, entonces mi curiosidad es muy alta. Y voy saltando de tema en tema. Y me puedo obsesionar, por ejemplo, con autos y luego con la política rusa", afirma, y cuenta que entre sus últimas lecturas está Oración, de María Moreno; El tigre en la casa, de Carl Van Vechten y Los fantasmas de mi vida, de Mark Fisher.

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