Culto

Cuáles son las joyas de la realeza francesa robadas desde el Museo del Louvre: una mirada histórica

Las joyas sustraídas desde el Museo del Louvre este domingo pertenecían a reinas del período napoleónico y posterior a él, en el siglo XIX. Acá un desglose de quiénes fueron; la lista incluye a la segunda esposa de Bonaparte y a la cónyuge de su sobrino.

Cuáles son las joyas de la realeza francesa robadas desde el Museo del Louvre: una mirada histórica

Fue un robo de ribetes cinematográficos que ocurrió en el célebre Museo del Louvre, de París, el pasado domingo 19 de octubre. Fundado en 1793, alberga arqueología y artes decorativas, además de tesoros patrimoniales. Entre otros, las joyas de la realeza francesa del siglo XIX, posterior a la dinastía borbónica que rigió Francia hasta la muerte de Luis XVI en la guillotina.

¿Quiénes eran los dueños de las joyas robadas en el Louvre? De acuerdo a la información entregada por el ministerio de cultura francés, son objetos que pertenecieron a dignatarios surgidos bajo la égira napoleónica. Así, figuraba el collar de esmeraldas de la emperatriz María Luisa de Austria, que incluía 32 esmeraldas y más de 1.100 diamantes.

Nacida en Austria, fue emperatriz consorte de los franceses entre el 11 de marzo de 1810 y el 3 de abril de 1814. Fue la segunda esposa de Napoleón Bonaparte, quien repudió a Josefina de Beauharnais por no poder darle un heredero. La investigación histórica ha descubierto que aceptó la boda a regañadientes y que no era muy querida por sus súbditos franceses, quienes la resentían por su nacionalidad.

María Luisa de Austria

Al momento de casarse con el Emperador, María Luisa era una mujer joven -tenía 19 años- y sí pudo darle un primogénito a su esposo. Napoleón II. El muchacho fue nombrado con el pomposo título de Rey de Roma. Sin embargo, tras la caída de su padre y su exilio en la Isla de Elba, este acompañó a su madre de regreso a la corte de Viena. El posterior Congreso de Viena, de 1815, que se organizó para restaurar el orden monárquico europeo postnapoleónico, le otorgó a María Luisa el Ducado de Parma, el Ducado de Piacenza y el Ducado de Guastalla.

También desaparecieron una tiara, un collar y un pendiente que alguna vez lucieron la reina Hortensia y la reina María Amelia. Las joyas contienen ocho zafiros de Ceilán y 631 diamantes incrustados en monturas de oro.

Hortensia de Beauharnais

¿Quiénes eran ellas? La primera fue Hortensia de Beauharnais, la hija de Josefina. Al momento de que su madre se casó con el general, era una adolescente. Tras ser el emperador -y a la usanza de las familias reales- Bonaparte arregló una boda de Hortensia con su hermano Luis. De esta manera, la pareja fue coronada por Napoleón como reyes de Holanda.

En tanto, la aparición de María Amelia de Nápoles y Sicilia en la historia francesa fue posterior. Fue la esposa del famoso “rey burgués”, Luis Felipe de Orleans, el último rey de Francia. Este asumió el trono tras los sucesos revolucionarios de 1830, y que inspiraron el famoso cuadro de Eugène Delacroix, La libertad guiando al pueblo.

Otras joyas robadas fueron una tiara con 212 perlas, 1998 diamantes redondos y 992 diamantes talla rosa, un lazo decorativo con más de 2.400 diamantes y un broche que pertenecieron a Eugenia de Montijo, emperatriz consorte de los franceses entre el 30 de enero de 1853 y el 11 de enero de 1871.

¿Quién fue ella? Una aristócrata española que fue esposa del último emperador de los franceses, Napoleón III, quien a su vez era sobrino de Napoleón I. Se casaron en 1853 cuando Bonaparte llevaba 1 año como flamante emperador. Después de varios intentos, Eugenia dio a luz al primogénito, quien heredaría la corona, Napoleón Eugenio Luis Bonaparte, conocido como Napoleón IV.

Eugenia de Montijo, emperatriz de los franceses. Rue des Archives

Tras la caída de Napoleón III, debido a la estruendosa derrota frente al reino de Prusia en la Batalla de Sedán, Eugenia partió al exilio a Inglaterra, adonde llegó su esposo poco después.

A la emperatriz Eugenia perteneció la única joya que se ha logrado recuperar hasta el momento: su corona. Se trata de una pieza cubierta por más de 1.300 diamantes y 56 esmeraldas, que fue encontrada cerca del lugar de los hechos. Al parecer, se cayó en medio de la huida de los malechores.

La corona de la emperatriz Eugenia de Montijo.

Por ahora, no se han conocido noticias respecto a los delincuentes ni el destino de las joyas robadas. “Lo que es seguro es que hemos fallado, ya que alguien pudo aparcar una grúa para muebles en pleno centro de París y subir a ella en pocos minutos para llevarse joyas de valor incalculable”, declaró el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, a la emisora France Inter.

Sin embargo, los especialistas afirman que es muy poco probable que las preciosas joyas logren recuperarse. Así lo afirmó Chris Marinello, director ejecutivo de Art Recovery International, a la BBC. “Los ladrones no las van a conservar intactas, las van a romper, fundir el metal valioso, recortar las piedras preciosas y ocultar las pruebas de su delito”, porque a su juicio, es muy complejo que alguien las compre intactas.

Por ello, el experto aseguró que la policía francesa “sabe que en las próximas 24 o 48 horas, si no se captura a estos ladrones, es probable que esas piezas hayan desaparecido”.

Lee también:

Más sobre:HistoriaFranciaMaría Luisa de AustriaJosefina de BeauharnaisNapoleón BonaparteNapoleón IIIEugenia de MontijoHortensia de BeauharnaisMaría Amelia de Nápoles y SiciliaLuis Felipe de OrleansHistoria de EuropaHistoria Culto

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

⚡¡Últimos días Cyber! Accede al mejor precio de 2025🗳️ 📰

Digital + LT Beneficios$1.200/mes SUSCRÍBETE