El Deportivo

No se quiere mover de Macul: las razones de Jorge Almirón para aferrarse a la banca de Colo Colo

La eliminación de los albos en la Copa Libertadores y la imposibilidad de acceder a la Copa Sudamericana como premio de consuelo, sumadas a un paupérrimo rendimiento local agotaron la paciencia. Sin embargo, el DT se mantiene firme en su postura de revertir la situación.

Jorge Almirón, en el partido entre Colo Colo y Racing, en el Monumental. (Foto: Photosport) JONNATHAN OYARZUN/PHOTOSPORT

“Nos aproximamos a diferentes directores técnicos para ver su interés, disponibilidad y presupuesto. Se fue conversando con algunos y finalmente se llegó a la mejor opción con Jorge Almirón. Por currículum es de los mejores entrenadores que llegan en la historia de Colo Colo“. La frase es de Alfredo Stöhwing, quien, entonces, ocupaba la presidencia de Blanco y Negro. La pronunció el 4 de enero de 2024, días después de que el directorio de la concesionaria, en otra de sus tantas decisiones divididas, había descartado la renovación de Gustavo Quinteros.

Paradójicamente, el escenario actual es muy opuesto, aunque se repiten dos nombres: los de Almirón y Quinteros. El Cacique se quedó sin torneos internacionales por todo 2025 lo que, sumado a la eliminación en la Copa Chile y al paupérrimo undécimo puesto en la Liga de Primera, configura un escenario complejo para el DT: el actual timonel, Aníbal Mosa, está decidido a sacarlo del puesto. Al todavía DT del Cacique ya se lo hicieron saber. Más allá de que está la posibilidad de que entre de lleno por el título del Torneo Nacional, en el club existe disconformidad por la campaña actual. “Se le armó el plantel más caro de la historia y no cumplió ningún objetivo. Lo que pasó ya es motivo suficiente para que no siga”, dicen desde la compañía.

Gustavo Quinteros es, ahora, la principal carta para reemplazar al transandino. Para que la decisión se materialice, eso sí, queda bastante camino por delante. Y una voluntad que atravesar: el extécnico de Boca Juniors quiere quedarse.

De momento, Blanco y Negro apura los movimientos para destrabar la salida del técnico. La idea de la concesionaria es que no esté en la banca para el partido frente a Ñublense, que se jugará este lunes, a las 18 horas.

Los motivos por los que Jorge Almirón se aferra a la banca de Colo Colo

La materia no es simple. En principio, porque perfectamente puede reactivar las divergencias entre los bloques que se disputan el control de la concesionaria. De hecho, la formalidad indica que para tomar una decisión de esta naturaleza debe convocarse a una reunión extraordinaria de directorio. El habitual se convoca para el último miércoles de cada mes. Hasta ahora, no se ha citado.

En esa instancia, de hecho, tendrá que discutirse la factibilidad de interrumpir un vínculo que el año pasado fue renovado a hasta el término de 2026. El costo del trámite es de US$ 3 millones. En el directorio del Cacique hay quienes no son partidarios de la decisión. Precisamente, por la contradicción que representaría para una señal concreta que se dio hace solo unos meses. "Él (Almirón) tiene contrato vigente hasta diciembre del próximo año. Ha demostrado con creces que es un entrenador muy trabajador, con experiencia copera y con muchas ganas de conseguir logros. Creo que debiera ser el responsable del proyecto a largo plazo que venimos buscando hace tiempo. Vamos a proponer en el próximo directorio extender el contrato de Jorge más allá de esa fecha. Me atrevo a decir esto antes del partido frente River, porque estoy convencido de sus capacidades, independientemente del resultado”, resaltaba Stöhwing.

Almirón, en el partido entre Colo Colo y Fortaleza (Foto: Photosport) JONNATHAN OYARZUN/PHOTOSPORT

Hay otro elemento fundamental: Almirón no quiere irse. El técnico argentino lo ha dejado suficientemente claro. A nivel interno, ha transmitido que se siente con la energía para revertir el actual momento. La jerarquía del plantel, por más que hasta ahora no haya aparecido, le genera una dosis de garantía. Por lo demás, solo tendría que concretarse en un frente: la Liga de Primera. De los restantes ya está fuera. "Tengo fuerza para revertir, no me gustan estas derrotas, las sufro, nunca me ha pasado. Ya no depende de mí si me quedo. Me dedico a esto, es mi vida, es lo mismo cuando gano o pierdo. El equipo tiene que cambiar algunas cosas, tiene que seguir estando y al que no le da tiene que ser franco para decirlo, si no están comprometidos al ciento por ciento. Obvio que yo tengo fuerzas para seguir”, sentenció después de la dura caída ante Racing.

Está cómodo

Almirón está cómodo en Chile. No solo por la mejora salarial que pactó para extender su contrato: de US$ 1,6 millones anuales más bonos pasó a US$ 2 millones más estímulos. En el país, ningún entrenador de clubes se aproxima siquiera a esa cifra. El único que la supera es el seleccionador Ricardo Gareca, con US$ 2,7 millones.

El técnico albo valora otros elementos, que fueron, precisamente, los que lo llevaron a aceptar la extensión del contrato. En Chile, y particularmente en Colo Colo, se siente querido y respetado. En el club, por ejemplo, suele saludarse con los trabajadores con los que comparte a diario y atiende los requerimientos de los hinchas cada vez que puede. En los festejos por el título de 2024 hasta se caracterizó como uno de los memes que le dedicaron y se dio maña para burlarse de la U por el intento azul de revertir la corona en el TAS. El aplausómetro estaba a tope.

En el momento deportivo más álgido que le ha tocado enfrentar en el Cacique, salvo alguna discrepancia táctica que tuvo que escuchar después del revés ante Limache, los dardos no han apuntado hacia él: los fanáticos, en los planos real y virtual, se enfocan en los bajos rendimientos individuales y colectivo y, principalmente, en la eventual desidia de las figuras del estelar plantel albo. “Ganan sueldos millonarios, jueguen con el corazón”, consigna un cántico que suele bajar cuando la disposición no es la que se reclama, por la estatura del club.

En ese mismo contexto, incluso a pesar de haber obtenido el título nacional en 2022, Quinteros no goza de la transversalidad que le atribuyen algunos directivos. Sus berrinches para exigir fichajes, algunos desaciertos en las contrataciones, y bochornos a nivel internacional (aún no se olvida, por ejemplo, la goleada ante América Mineiro, el colista del Brasileirao) le generaron varios detractores.

A Almirón le gusta vivir en Chile. Aunque importante, la presión que siente por estar en la banca del Cacique es considerablemente menor a la que experimentaba en el cargo más relevante que ha ocupado en su carrera: ponerse el buzo de Boca Juniors. Ni el peor momento ha recibido algún amedrentamiento considerable. Esa tranquilidad lo lleva a resistirse a cruzar la puerta de salida del Monumental.

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