Marcos Rojo fue muchas veces vapuleado por su rendimiento en la selección argentina. Hoy le tocó ser el héroe de la jornada que termina con la Albiceleste clasificada a los octavos de final de la Copa del Mundo. El defensor, compañero de Alexis Sánchez en el Manchester United, está naturalmente eufórico cuando es abordado por la transmisión de DirecTV. La descarga de energía es fuerte. Tanto como la presión con la que el equipo de Sampaoli entraba a disputar el decisivo partido.

"Se me pasan muchas cosas por la cabeza. Le había dicho a Otamendi que iba a marcar un gol. Esto es para mi familia, para mi mujer, para todos, aunque nos criticaron", dice el defensor.

Y luego toma aire para ilusionarse con una Copa del Mundo más amable para los trasandinos. "Esto recién empieza. Vamos Argentina", concluyó, a los gritos.