Columna de Cristián Pérez: Estudiantes, ¿Actores secundarios?

En octubre de 2019, cientos de alumnos secundarios saltaron los torniquetes del Metro gritando: "Evadir, no pagar, otra forma de luchar". Ese fue el inicio de las masivas protestas contra el sistema neoliberal. Aunque las manifestaciones de escolares son de antigua data, resultan menos conocidas que las de los estudiantes universitarios.
Una de las primeras protestas en que participaron los secundarios fue la de julio de 1931, cuando los miembros de la "Federación Chica", como se les conocía, junto a universitarios, empleados y obreros, ocuparon las calles presionando al Presidente Carlos Ibáñez a renunciar. Las manifestaciones eran por la crítica situación económica del país provocada por la caída de la Bolsa en Nueva York.
Años después, en 1948, se organizó la Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago (Feses), que agrupaba a los jóvenes de los liceos. Poco después, se crearon organizaciones de estudiantes de escuelas comerciales e industriales.
Años después, en 1957 protestaron por el alza de los pasajes de la locomoción colectiva contra el gobierno del Presidente Ibáñez. Sin embargo, cuando el 2 de abril las turbas saquearon Santiago, el Ejército controló la situación cuando los estudiantes ya se habían retirado del centro.
Fue a partir de 1970 cuando los secundarios comenzaron a ser tomados seriamente en cuenta. En esos años, algunos estuvieron contra Allende, participando en paros, tomas y manifestaciones callejeras, mientras otros apoyaron al gobierno, haciendo retomas de colegios ocupados y trabajos voluntarios. En medio de esa polarización, en noviembre de 1972 se realizaron elecciones de la Feses. Entre los candidatos estuvieron el actual senador, Andrés Allamand (por la derecha), que había dejado el colegio privado Saint George para matricularse en el Liceo Lastarria; Miguel Salazar, de la Democracia Cristiana, y Camilo Escalona, de la Unidad Popular. Esos comicios fueron tan importantes que hubo debates entre sus candidatos que fueron transmitidos por radio y televisión. Ganarse a los secundarios se había convertido en un tema de interés político nacional. El resultado de la elección de las Feses no fue claro, pero se proclamó a Escalona y a Salazar como ganadores, con lo que la organización se dividió.
Desde 1983, durante las protestas nacionales contra la dictadura, los secundarios volvieron a organizarse. En 1985 crearon el Comité pro-Feses. En 1986 se tomaron liceos, realizaron un paro nacional y manifestaciones callejeras contra la municipalización de la educación. En aquel tiempo se les conoció como "langostas". Fueron una fuerza importante en la recuperación de la democracia.
En la década de los 90, su acción disminuyó considerablemente, pero su capacidad de organización y lucha permaneció en la memoria colectiva. Y no resultó tan extraño que en 2006 y 2011 reaparecieran como "pingüinos", para oponerse a la "educación de mercado".
La fuerza de los secundarios y su capacidad de confrontación fueron subvaloradas por las actuales autoridades. Sus acciones de hace algunos días contra la PSU demostraron que son un factor que debe ser considerado al elaborar sus estrategias. Y de actores secundarios tienen nada.
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