¿Confirmar o postergar las elecciones del 10 y 11 de abril? La trastienda de una compleja decisión
Toda la clase política, sin excepción, estaba por hacer las elecciones el 10 y 11 de abril y La Moneda adoptó medidas -como la cuarentena total en la RM- para mantenerlas; pero la aparición de nuevos -y alarmantes- factores sanitarios y políticos están inclinando la balanza a un nuevo cronograma electoral.

Al igual que la espada de Damocles (definida por el diccionario de la Real Academia, como la “amenaza persistente de un peligro”) y que, según la parábola está suspendida por una fina hebra de crin, esperando que alguien la toque; la realización de las elecciones del 10 y 11 de abril penden de un hilo que esta semana se podría cortar definitivamente.
“Quiero asegurarles que la decisión del gobierno será oportuna y privilegiará siempre la salud y vida de nuestros compatriotas”, dijo ayer el Presidente Sebastián Piñera al participar en forma excepcional en el balance Covid-19, en que se informó que Chile alcanzó la segunda cifra más alta de casos nuevos desde el inicio de la pandemia, con 7.588 contagios.
El viernes en la tarde, tras un comité político, en que se analizó el efecto del llamado de Jaime Mañalich a “aplazar las elecciones” y la postura a favor de algunos presidenciables; los ministros Rodrigo Delgado y Jaime Bellolio abandonaron La Moneda convencidos de que el tema se podría resolver el lunes y que el power point del subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, con los escenarios de ocupación de camas UCI proyectados a una semana sería clave en la decisión, tal como ocurrió con las últimas definiciones, como la cuarentena total de la capital.
Pero ese escenario cambió horas después, cuando Piñera le pidió a su ministro Enrique Paris que convocara de emergencia al Consejo Asesor del Minsal Covid-19 para que definieran su postura frente a la postergación de las elecciones de constituyentes, alcaldes, gobernadores y concejales.
A altas horas de la noche del viernes, el comité hizo llegar a Paris su informe donde enumeran seis razones por las que la situación de la pandemia es crítica y recomiendan en forma unánime suspender los comicios. Según los expertos, el punto 5 de la minuta en que dicen que “hay transmisión comunitaria de variantes más contagiosas”, es clave.
Ya en la reunión del jueves en La Moneda, Dougnac había advertido al gabinete la situación de las nuevas cepas de coronavirus, más agresivas e infecciosas. Esto, más la ocupación del 95% de las camas UCI, con los esfuerzos de expansión al límite, comenzó a cambiar la temperatura ambiente sobre los riesgos que podrían tener la inédita jornada electoral.
Hoy hay 688 pacientes de 50 a 59 años y 706 pacientes de 60 a 69 años ocupando camas críticas, siendo estos los segmentos más vulnerables. En el grupo más joven, además, el uso de las UCI ha aumentado en los últimos días. Por otra parte, hay 357 personas de 40 a 49 años y 255 de 39 años o menos internadas en camas críticas.
Paralelamente, el ritmo de vacunación descendió la última semana y entre el lunes 15 y el viernes 19 de marzo se inoculó con 1.831.915 dosis de vacunas, durante los mismos días de esta semana, la cifra descendió a 1.137.601.
Por estos factores, para muchos la medida de hacer las votaciones en dos días -que el gobierno celebró mucho en su momento- parecía no ser garantía suficiente.
Bastó que la drástica decisión del Consejo Asesor fuese confirmada ayer por Paris en su balance matinal para que comenzaran las nerviosas llamadas telefónicas y duros mensajes entre políticos y autoridades.
Varios parlamentarios de Chile Vamos transmitieron su negativa a mover los comicios y comenzaron a elaborar un documento para hacer pública su postura. Sin embargo, los presidentes del bloque decidieron bajarla. No presionar a La Moneda, la contundente recomendación del Consejo Asesor y una conversación con Mañalich influyeron en la decisión de frenar la ofensiva. Timoneles del bloque quedaron a la espera de una reunión con Piñera que podría ser hoy.
Al respecto, un presidente de Chile Vamos recuerda el llamado que recibió a mitad de semana del entonces ministro del Interior (S), Baldo Prokurica, quien le pidió que lo más importante era actuar unidos como gobierno y coalición.
Las declaraciones públicas en favor y en contra de la postergación tampoco se hicieron esperar ayer.
Una de las primeras en salir fue la del senador Guido Girardi (PPD), quien buscó poner “paños fríos” a la discusión, según se lo comentó a algunos de sus pares, pidiendo una semana más para decidir el futuro de las elecciones. “Lo primero es la salud de la población, pero también es importante la salud de la democracia”, advirtió Girardi, en su declaración, que fue leída con atención por todos los sectores que saben de su peso político en materias sanitarias en el Senado.
Para la presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC), la postergación tampoco es una decisión que esté sellada. “Para mí debe ser una decisión sanitaria, no política, escuchando a todos los expertos relevantes, al Colegio Médico, a los científicos que integran la mesa de datos del Ministerio de Ciencias, a nuestras universidades, entre otros”, dijo Provoste a La Tercera. Y puntualizó que “hay muchas cosas que ordenar” antes de tomar la definición: “Qué pasa con los alcaldes suspendidos porque son candidatos, con los créditos contra reembolsos de los candidatos, con las primarias y el resto del calendario electoral... El gobierno tiene que ordenar todas las piezas y no puede renunciar a gobernar”.
PC y UDI, los más duros
El martes, el presidente del PC, Guillermo Teillier, dijo en Radio Nuevo Mundo que no es entendible una modificación el calendario electoral, pues ya en el plebiscito de octubre pasado quedó demostrado que con los resguardos sanitarios adecuados, la gente puede concurrir masivamente a votar.
Fuentes del partido señalaron ayer que se mantenía esta postura.
Algunos dirigentes del Frente Amplio no ven con malos ojos tener un más de tiempo para posicionar a sus postulantes constituyentes. Si bien la presidenta de Convergencia Social, Alondra Arellano, señala que a su partido no le conviene aplazar debido a los costos que implicaría, afirma que están “absolutamente disponibles para analizar el aplazamiento” en consideración de la salud de los votantes.
El presidente del PS, Álvaro Elizalde, sostiene que no están a favor de aplazar, pero tampoco se cierran a la idea: “Esta decisión debe tomarse escuchando la voz de expertos, sobre la base de criterios estrictamente sanitarios, porque la salud de las personas es por lejos lo más importante”.
Quien tampoco cree que deban aplazarse las fechas es el presidente de la UDI, Javier Macaya: “Aplazar podría terminar impactando incluso el calendario presidencial y el período presidencial. Así como se prorrogó la elección municipal, eventualmente podría prorrogarse el período presidencial”, dice.
El director del Centro de Políticas Públicas de la UDD, Gonzalo Müller, sostiene que este debate llegó tarde: “Ya pasamos el umbral respecto a la posibilidad de postergar las elecciones. Hay implicancia con respecto a plazos, a las campañas, a la franja electoral, los costos. Está todo ya hecho”.
Qué opinan los electores
Según un ministro político, la encuesta Cadem del domingo pasado, en que un 62% de los encuestados estaba de acuerdo con postergar las elecciones, comenzó a alertar a los partidos. En la Cadem de esta semana, la cifra aumenta: un 73% está de acuerdo con postergarlas. El gerente de Asuntos Públicos de Cadem, Roberto Izikson, dice que este resultado no implica que las personas quieran restarse de participar, sino que responde al temor de contagiarse.
Pero hay otro dato revelador que trae esta última encuesta: la disposición a ir a votar cae al 52%, en contraste con el 69% que había para el plebiscito. “No sacamos nada con que vaya a votar un tercio de la gente que está habilitada para aquello”, dice el presidente del PRI, Rodrigo Caramori.
Nuevo cronograma
Consultado por la posibilidad de un nuevo cronograma electoral, el presidente del Consejo Directivo del Servel, Andrés Tagle, es tajante. “El Servel no va a especular sobre un posible cambio y su forma mientras no exista una iniciativa de las autoridades competentes”, señaló a La Tercera, precisando que “una modificación requiere una reforma constitucional que hasta ahora no existe.
Sin embargo, ya hay varias alternativas puestas sobre la mesa.
Mañalich, por ejemplo, propuso mantener solo la elección de constituyentes, argumentando que “hacer esa elección y empezar a funcionar la convención en mayo es una cosa políticamente y sanitariamente sensata, en el sentido de que se juntarían menos personas, ya que la elección sería mucho más breve”.
Esta idea es vista con buenos ojos en el oficialismo, ya que estudios indican que hoy estarían sacando al menos 60 miembros de los 155 de la asamblea constituyente.
Otra opción para seguir adelante con el calendario la planteó el jueves Alfredo Joignant, integrante del consejo directivo del Servel, en T13 Radio. A título personal, dijo que si se llegaran a posponer los comicios, no necesariamente afectaría los plazos de las demás elecciones. “Si se mueve la elección de abril al 9 de mayo y esa la haces coincidir con la fecha de las primarias, todo lo que viene después sigue igual”, dijo
El 9 de mayo corresponde al día en que se realiza la segunda vuelta de gobernadores, una idea que suma más adeptos en el mundo político. Uno de ellos es el presidente de RN, Rafael Prohens, quien cree que “separar las elecciones puede ser una alternativa en la cual se puedan ejecutar las fechas que están hoy día propuestas”.
Un grupo transversal de expertos electorales, entre ellos Mauricio Morales (DC), Pepe Auth (ex PPD), Tomás Fuentes y Tomás Duval (ambos de RN), entre otros, propusieron votar el 9, 10 y 11 de abril, entre otras medidas.
¿Campañas al congelador?
Pepe Auth dice que uno de los factores de por qué ningún partido se ha mostrado a favor de mover las elecciones, es el gasto que implicaría para sus candidatos alargar su período de campañas.
El presidente de la DC, Fuad Chahin, es enfático en que aplazar las elecciones generaría un “conjunto de incertezas jurídicas”. “¿Qué pasa con los créditos que muchos candidatos han tenido con cargo a la devolución?” , se pregunta. En esta línea, se filtró ayer un audio de Chahín en que acusa a La Moneda de “sabotear el proceso constituyente”.
Fuentes de gobierno señalan que el timonel DC llamó ayer al ministro Segpres, Juan José Ossa para notificarlo que presentarían una acusación contra Paris si prosperaba la idea de aplazar la elección. Pero que en la tarde, al filtrarse su audio, lo llamó para ofrecer disculpas.
Mauricio Morales dice que el aplazamiento golpearía a candidatos con menos recursos y que han luchado por posicionamiento. “El gasto inicial que hicieron en sus campañas iría al tacho de la basura y esos candidatos pedirán más apoyo financiero a sus partidos, cuestión que acarrearía conflictos”, explica.
“Nos preocupa cómo se van a sostener esas campañas”, agrega Alondra Arellano.
El presidente del PPD y candidato presidencial, Heraldo Muñoz, reconoce que la postergación implicaría un mayor gasto en campañas, pero que el problema tiene solución: “Si esto llegara a pasar, el gobierno tendría que enviar al Congreso una iniciativa que otorgue recursos adicionales. Lo de los recursos se puede resolver, pero la vida de las personas no”.
Cálculos electorales
Para el analista político Kenneth Bunker un cambio en las fechas no solo podría significar un problema pasajero, sino que podría tener consecuencias a largo plazo: “Nunca es bueno improvisar con elecciones, porque se produce mucha incertidumbre con respecto al proceso y se permite que puedan haber dudas sobre su legitimidad.
Otro efecto que se teme que podría tener un cambio en la fecha presupuestada es un sesgo que podría favorecer a algunos sectores por sobre otros. Roberto Izikson (Cadem) sostiene que confirmar las elecciones en la fecha estipulada podría conllevar sesgos que estimulen la participación de mayores de 55 años que están vacunados y que no votaron en el plebiscito. Y no solo eso, sino que es posible que los sectores de más altos ingresos tengan un menor temor de asistir a votar, porque se han vacunado más que los sectores bajos. “Podría volver a equilibrar el nivel de participación que perdió la derecha en el plebiscito, donde votó mucho más la izquierda”. Bunker agrega: “Teóricamente la mayoría de las personas que llegarían serían vacunadas, es decir personas mayores que podrían significar un sesgo a favor de sectores más conservadores, o en otras palabras, hacia la derecha”.
El intendente Felipe Guevara (RN), confía en que el “votante duro” de cada sector votará de todas formas.
Un factor menor para la magnitud del problema, pero que ha estado muy presente en estos días, es quien lidera la decisión de hacer o correr los comicios. El miércoles en la noche, la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, volvió a tomar la iniciativa política y publicó un video que fue visto con atención en Palacio, donde convocaba para esta semana una reunión entre el Parlamento, gobierno, partidos y candidatos presidenciales para que en “una sesión abierta a la ciudadanía” se analizara la situación. “Desde esas proyecciones si se advierte un colapso de la red nuestra sugerencia es no realizar las elecciones y reagendarlas”, remató la doctora.
Para mañana ya hay varias reuniones convocadas, entre ellas la del Colmed, que podrían inclinar la espada de Damocles.
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