¿Soplan vientos de guerra? Escala la tensión entre Ucrania y Rusia

Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, en una conferencia de prensa en Kiev. Foto: REUTERS.

Desde Kiev alegan por los movimientos de tropas rusas en las fronteras, pero aseguran estar listos para cualquier enfrentamiento. La inteligencia ucraniana dice que detectó un complot golpista en el país para diciembre.


En medio de la tensión entre Moscú y Kiev, el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, añadió un ingrediente ayer al anunciar que los servicios de inteligencia ucranianos habían detectado un plan para ejecutar un golpe de Estado en su contra, con fecha entre el 1 y 2 de diciembre. A pesar de no dar muchos detalles, el mandatario dejó claro que en la trama estaban envueltos rusos, sin dejar claro si se trataba del gobierno o de particulares.

En la misma conferencia, Zelensky se refirió a la potencial amenaza rusa en sus fronteras, donde medios estadounidenses afirman ya hay más de 100 mil soldados. “Estamos en pleno control de nuestras fronteras, y estamos totalmente preparados para una posible escalada”, afirmó el jefe de Estado ucraniano al respecto.

Ya van dos veces en el año en que las agencias de inteligencia locales detectan movimientos militares amenazantes por el lado ruso de la frontera con Ucrania. De acuerdo al gobierno en Kiev, Moscú ha puesto la gran mayoría de sus tropas movilizadas cerca de la región de Donbas (Donetsk y Lugansk), que es parcialmente controlada por fuerzas pro-rusas y se ha vuelto el epicentro de un conflicto que pronto cumplirá ocho años.

El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su ministro de Defensa, Serguei Shoigu, en el preparativo de ejercicios militares junto con la armada bielorrusa. Foto: AP.

Zelensky dijo que las grabaciones de audio detectadas sugerían que el empresario más rico del país estaba siendo arrastrado al plan, aunque esto ha sido negado.

El portavoz del Kremlin dijo que Rusia “no tenía planes de involucrarse”. Moscú también ha descartado las preocupaciones sobre la acumulación de tropas calificándolas como “alarmista”.

Mientras que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió que el uso de la fuerza por parte de Rusia contra Ucrania “tendría un costo”, sin especificar cuál sería.

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer que es probable que hable con los líderes de Rusia o Ucrania, en un intento de calmar la creciente tensión por las movilizaciones militares rusas.

Durante las últimas semanas, tanto agencias de inteligencia europeas como de Estados Unidos han estado advirtiendo a Kiev sobre la posibilidad de una invasión rusa, cuyas direcciones incluso llegaron a vaticinar: por un lado, la península de Crimea, por el otro, Bielorrusia, país aliado de Moscú.

Dos fuentes cercanas dijeron a la agencia Bloomberg que aproximadamente 50 batallones de grupos tácticos ya estaba en posición y que cualquier invasión estaría respaldada por apoyo aéreo. Además señalaron que Moscú también había convocado a decenas de miles de reservistas en una escala sin precedentes en la época postsoviética. Explicaron que el papel de los reservistas en cualquier conflicto sería asegurar el territorio en una fase posterior después de que los batallones tácticos allanaran el camino. Rusia no ha anunciado públicamente ningún llamado importante de reservistas.

Oficial ucraniano camina en trincheras en el frente de guerra contra separatistas pro-rusos. Foto: AFP.

Uno de los conflictos que tensa la relación Moscú-Kiev tiene que ver con el interés ucraniano de integrarse a la OTAN. A principios de este año, el país recibió de Estados Unidos municiones y misiles Javelin, levantando las críticas de Rusia.

El Presidente ruso, Vladimir Putin ha dicho en variadas ocasiones que una línea roja a no cruzar sería la entrada de Ucrania a la OTAN. La última semana, en un discurso sobre política exterior afirmó: “Hemos manifestado nuestra preocupación sobre esto, pero entendemos que nuestros socio muestra una actitud muy superficial hacia nuestras advertencias”.

Un artículo de la revista Foreign Affairs apunta que existen señales que indican de que Rusia puede conducir una ofensiva militar en Ucrania a mediados de diciembre. En un reporte de R. Politik se indica que el Kremlin cree que se ha vuelto cada vez más difícil mantener el conflicto congelado y destaca que el acuerdo de Minsk de 2015 se ha vuelto impracticable.

En 2014, Rusia anexó para sí la península de Crimea, que era territorio ucraniano y Kiev sigue reconociendo como suya. Ese mismo año estalló la Guerra del Donbas y desde entonces, separatistas prorrusos alentados por Moscú han estado combatiendo contra el ejército ucraniano, en un conflicto que ya ha cobrado 14 mil vidas y miles de desplazados.

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