Las lecciones que nos deja el Edificio Miramar
"Es hora de dejar atrás la importación de soluciones que no se adaptan a nuestra realidad y de construir un nuevo modelo de desarrollo urbano, basado en la evidencia científica y la experiencia local", dice Juan Paulo Alarcón, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello.

A dos años del socavón que afectó al Edificio Miramar en Reñaca, es un alivio saber que la Dirección de Obras de la Municipalidad de Viña del Mar ha levantado la orden de inhabitabilidad luego de una serie de trabajos de reconstitución y mitigación. Sin embargo, este suceso nos invita a reflexionar sobre la forma en que se ha desarrollado nuestra ciudad y el impacto que ha tenido en el territorio y la sociedad.
La presión inmobiliaria y la ambición con la que se han desarrollado nuestras ciudades han llevado a una ocupación ineficiente del territorio, con grandes extensiones de viviendas monofuncionales y de baja densidad, sin considerar los valores naturales preexistentes ni las condiciones de riesgo.
Además, la falta de actualización de los instrumentos de planificación urbana ha permitido que se construya en zonas de alto riesgo, sin considerar las evidencias científicas y las recomendaciones de expertos en orden de procurar una relación adecuada de lo construido con lo natural. Así también, la gestión de la ciudad implica un control y mantenimiento adecuado de las redes de infraestructura, lo que no siempre se cumple.
La crisis habitacional que afecta a cientos de miles de familias en Chile es un ejemplo claro de la falta de prioridad y urgencia en abordar este tema. Es hora de repensar la forma en que se desarrollan nuestras ciudades, considerando una densidad adecuada, la protección de los ecosistemas y la resiliencia frente al cambio climático. Es necesario un enfoque integral que considere la planificación urbana, la gestión del riesgo, el acceso a oportunidades y la protección del medio ambiente, entre otros temas imperativos hoy por hoy en la planificación y desarrollo de la ciudad.
El caso del Edificio Miramar es un llamado de atención para que los actores públicos y privados asuman el compromiso de construir ciudades más justas, seguras y sostenibles. Es necesario un cambio de paradigma en la planificación urbana, que considere las particularidades del territorio, la cultura y la sociedad chilena.
Es hora de dejar atrás la importación de soluciones que no se adaptan a nuestra realidad y de construir un nuevo modelo de desarrollo urbano, basado en la evidencia científica y la experiencia local. La geografía de Chile nos da la oportunidad una vez más, a través de una crisis, de reflexionar sobre cómo debemos enfrentar este desafío y construir un futuro más sostenible para nuestras ciudades.
El Edificio Miramar es un ejemplo de la necesidad de construir un nuevo modelo de desarrollo urbano que priorice un uso adecuado del territorio, un respeto por las condiciones pre existentes, culturales y naturales, evite riesgos inherentes a nuestra geografía y se piense desde proyectos que tengan en el centro la calidad de vida de los habitantes.
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