Arreglar la casa es algo que a casi todo el mundo le interesa. Tenerla más bonita, acogedora y, sobre todo, adecuarla a lo que uno necesita; por eso es que muchas veces tenemos que hacer ajustes a medida que nuestras necesidades cambian. Si se tienen hijos, hay que adaptar espacios y dormitorios para que puedan jugar, estudiar y desarrollar sus intereses. Cada etapa tiene un sello y lo ideal es adecuarse a cada una. También están las casas que se van quedando vacías y empiezan a sobrar dormitorios, o los espacios ya no responden al proyecto original para el cual fueron diseñados. En todos los casos uno quiere hacer arreglos y reformas, y lo ideal es hacerlo de la mano de un experto, no solo porque la solución concreta va a ser mejor (por algo arquitectos y diseñadores estudian varios años) sino que también hay un montón de trámites técnicos y papeleos que no es fácil hacer solos.

Otro de los aspectos a considerar es que constantemente aparecen nuevas tecnologías y materiales, muchos de los cuales se pueden agregar a una obra ya hecha, por ejemplo para conseguir mayor control de la humedad, mejor aislación -que conlleva un menor consumo energético-, mejor aislación acústica, etc. Todos hemos visto, por ejemplo, la evolución en ventanales, de los antiguos de aluminio, que cerraban mal y uno sentía las corrientes de aire, a los superherméticos de PVC, madera o también de aluminio, pero con nuevos herrajes. Cada vez hay más tecnologías disponibles e incluirlas en la casa es algo posible, lo que no solo ayuda a mantenerla en buenas condiciones por más tiempo, sino también aumenta su plusvalía.

En esta edición revisamos el tema de la aislación y calefacción, porque en invierno es cuando nos damos cuenta si funcionan. Los arreglos más frecuentes que hay que hacer en la casa, los nuevos materiales para construir y revestimientos asociados, porque las fachadas son la carta de presentación y todos queremos que sean lo más lindas posible.