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Espacio: Sí al diseño

Al chileno, que es original y se posiciona cada vez más. Con esta idea en la cabeza Christian Erdmann comenzó hace cuatro años con su tienda Cómodo, el primer showroom de objetos y mobiliario de diseñadores nacionales que hoy se complementa además con nombres internacionales. Su casa en Providencia, para comenzar, es el primer escenario visible donde queda marcado este gusto.

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Producción Paula Lyon/ Fotos Orlando Pallero y Jaime Palma

Todo hogar tiene un sello, un gusto manifiesto que habla de los intereses más personales de los dueños de casa y de la cultura que reina. No importa cuáles sean los favoritismos, lo primordial es tener una identidad clara, un gusto que nos identifique y nos haga encontrar el bienestar en el habitar de los espacios.

Al entrar al departamento de Christian Erdmann y Daniela De Barca esta marca personal queda intensamente reflejada. Aquí se plasma su amor por el mundo del diseño, las obras artísticas y el valor que le atribuyen a una pieza de diseño original por sobre una réplica. "Tengo una obsesión por el diseño original, protejo mucho esto y jamás compramos algo que sea réplica", cuenta Christian.

Este es el tema que trabajan y conversan a diario. Christian, diseñador industrial de profesión, es dueño de la tienda Cómodo (comodo.cl), y Daniela es periodista pero aficionada a este ámbito desde que conoció a Christian.

Convencido de la importancia de desarrollar y fomentar la industria del diseño nacional, hace cuatro años decidió abrir esta primera tienda para comercializar objetos y mobiliario de autores chilenos, en conjunto también con algunas firmas internacionales.

Hoy se dedica por completo a llevar adelante este completo showroom, labor que une con su participación como director en la Asociación Chilena de Diseño, donde se representan a las empresas más importantes del país, buscando posicionar esta área como un importante factor de desarrollo económico y social.

Vive a tres cuadras de Cómodo, en un edificio de estilo francés construido en 1947, cercanía que lo motivó a dejar el auto para caminar y andar en bicicleta. "Tenemos todo a la mano, restaurantes, comercio, Metro y, lo más importante, nuestros trabajos. Cuando nos casamos priorizamos tener una vida urbana", cuentan.

Cada rincón guarda una pieza de diseño y una obra de arte. Los detalles abundan porque, como dicen ellos, cada elemento significa un tesoro, proviene de algún lugar lejano o representa a un diseñador importante.

Si Studio con sus lámparas de origami, Matías Ruiz con su silla M100 o los muebles de madera de Rodrigo Bravo tienen presencia importante en este lugar. Lo mismo ocurre con algunos nombres internacionales como Harry Allen con sus objetos de manos, patines y chanchos; Tom Dixon con sus lámparas y Alessi con algunos utensilios de cocina, como Anna Peper.

Una galería objetual, así concluimos el paseo que hicimos por este departamento, donde a modo de anécdota contamos 32 animales en la gráfica de los distintos diseños. Otro marcado gusto que conocimos de los integrantes de este hogar.

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