Espacio: Simple rusticidad
Un material en desuso, un momento determinado y una vieja historia que nació a través de los durmientes de roble donde descansaban los rieles para los viejos trenes, fue la perfecta ecuación que se conjugó para que naciera esta casa en un sector llamado Lo Cañas, bajo la mirada del arquitecto Juan Agustín Soza.

Producción: Estefanía Salas/ Fotos: Jaime Palma

La primera obra de Juan Agustín Soza, llamada Casa Feuereisen y ganadora del primer lugar en la Bienal Iberoamericana de Quito en 2006 en la categoría Arquitectura Ambiental por el uso de un material reciclado como el durmiente y su innovación en el sistema constructivo, es la vivienda que recorreremos.
No cabe duda, en esta casa se produce una perfecta ecuación del tiempo. El propietario volvió al país tras quince años de ausencia luego de vivir en Nueva York y un terreno que conocía desde 1981, porque era de un profesor de universidad muy querido, estaba a la venta. Eso sumado a la aguda visión del arquitecto, que notó una especie de castillos de roble, conformados por los durmientes que se usaban bajo los rieles de los trenes en un paisaje rural del sur.
Los requerimientos eran simples. El dueño quería vivir cerca de la ciudad, en la precordillera. Necesitaba tener una relación con el exterior y la naturaleza, además de obtener una vivienda a bajo costo, con un programa definido, lo más funcional posible y fácil de vivirla y mantenerla.
La decisión de usar como material los durmientes en una época en que no se usaban en este tipo de construcciones, año 2005, fue dada por el fuerte vínculo que quería crear el propietario de la edificación con el paisaje. Esa fusión los convirtió en una perfecta solución. Se utilizó una cara en estado original y otra en roble liso sin el envejecimiento propio del paso del tiempo en la operación ferroviaria. Aunque la obra da una primera impresión de ser una estructura de acero revestida en madera no lo es; se levanta prescindiendo de tecnologías o mano de obra calificada. Se instalaron las diferentes piezas aserradas de durmientes, fijadas con pletinas metálicas, a modo estructural. “Por encima de las terminaciones se encuentra el sistema de un material específico y la mecánica de ejecución sin pretensiones, sobre un paisaje construido previamente”, sostiene Juan Agustín Soza.
La sustentabilidad en esta vivienda está expuesta en el emplazamiento y en la relación con su entorno, donde el asoleamiento de todos los recintos, y en su justa medida, asegura una correcta climatización. El uso de un material reciclado propone la reducción de residuos y la disminución de la generación de nuevos recursos como temática.
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