Puede que no sea tan específico como para enunciar ‘cinturón café en karate y avanzado en muay thai o boxeo tailandés’, pero este departamento, desde que se abre la puerta, dice claro y en voz grave ‘aquí vive un hombre, muy probablemente un deportista’.

El primer rugido lo da la bicicleta que cuelga del techo cuando no transporta a su dueño hasta su oficina u otro lugar. También hablan fuerte una cava y el mueble que oculta el radiador sin impedir que emita calor, diseñado con ayuda de Felipe Arriagada, de 1 a 10 Muebles. El acento lo pone la luz como de galería que emiten los rieles en el cielo. Susurra más discretamente una paleta de colores neutros, como madera oscura en los pisos, negro en el granito del mueble isla en la cocina, más madera natural en las patas de los muebles (varios creados por Larry Diseño); todo contrastado con toques de rojo en una muy masculina mesa de centro de metal, una Nespresso y otros pequeños detalles.

Sebastián Luco -abogado, 29 años- recuerda que recibió este departamento el 15 de enero de 2013 y no llegó a ocuparlo hasta el 30 de noviembre de ese mismo año, momento en el que por fin sintió que era lo que tenía en mente, que reflejaba su personalidad y facilitaba sus intereses: “Rehíce todo, desde la pintura a los pisos, pasando por conexiones eléctricas (necesarias para instalar su tina de hidromasajes, por ejemplo) y cambio de ventanas por termopaneles. Me preocupé de que el piso laminado tuviera un color idéntico al del porcelanato de la cocina y la terraza, porque boté la pared entre la cocina y el living y quería que se viera como una superficie lo más continua posible”. Fanático de la cocina, Sebastián quería disfrutarla sin perderse lo que pasaba alrededor cuando invitaba gente.

Se preocupó de que el dormitorio fuera grato, de que la cocina fuera la que siempre quiso, de que el living fuera rico para compartir con amigos, de que la parrilla en la terraza fuera exquisita, pero el mayor gusto que se dio fue su propio gimnasio de artes marciales: “Hago karate y boxeo tailandés; me hice un espacio para practicarlos en lo que fue la pieza de servicio. Metí un punching bag, un TRX, pesas; tengo hasta barra olímpica. Está muy bueno”. Nada de trotadoras ni elípticas, todo dentro de su gimnasio es para agarrar a patadas, para desarrollar potencia.

El tour completo despeja cualquier duda: aquí vive un hombre, joven, abogado, artista marcial, full deporte.