1. El Abuelo Cheno y Otras Historias…

Es un retrato de mi abuelo paterno desde la perspectiva de los que lo conocieron. Tiene que ver con su asesinato en 1923, y la curiosidad, además de conocer los entrañables personajes que cuentan la historia, es que la narración es muy similar al cuento ¡Diles que no Me Maten!, de mi padre, Juan Rulfo.

2. ¿Tus referentes? Tarkovsky y Herzog, pero recuerdo mucho a Tati y a Monty Python.

3. ¿Es tu primera vez en Santiago? Como si lo fuera. Chile es increíble, pero en Santiago no me siento cómodo. Lo que le han hecho es imperdonable, ha crecido sin orden; y han destruido su arquitectura en beneficio de construcciones modernas sin personalidad.

4. ¿Qué te pareció la calidad de los materiales de Fidocs? Regular, falta rigor en la realización del cine documental. Por otro lado hay grandes sorpresas y una gran capacidad de observación. Es curioso cómo en América Latina, a pesar de tener un poderoso universo mágico, realidades y pasados crueles, no hemos podido encontrar soltura narrativa. Pareciera como si estuviésemos en una etapa adolescente. Hay grandes logros, pero falta madurar.

5. ¿Una película que marcó tu vida? No se sí la marcó, pero la recuerdo mucho: Aguirre, la Ira de Dios.

6. El mejor tequila. No recomendaría tequila, lo que hay que buscar es el mezcal de Oaxaca. Uno muy sabroso se llama Alipús, y se debe tomar a besos. Un vaso pequeño y con sorbos chiquitos, acompañado de pellizcos de sal de gusano y un gajo de naranja.

7. Un libro que siempre está en tu velador. La obra de mi padre, porque es la mejor.

8. Un plato mexicano. Pozole blanco, ya sea vegetariano o con la carne que gustes.

9. Un artista. José Guadalupe Posada. Es un resumen de México, tiene el albur, la gráfica y la vida cotidiana.

10. ¿Te gustó de  Fidocs? Five Broken Cameras.

11. ¿ Tres imperdibles películas mexicanas, entre ellas una tuya? El Lugar Más Pequeño, Cuates de Australia y  El Hoyo.

12. Algo que te carga  y algo que encanta. Detesto cansarme, y me gusta descansar.