La  decoradora Francesca Bassi se encontraba fuera de Chile cuando un matrimonio, con tres hijos jóvenes saliendo de la universidad y en los últimos años de colegio, la contactó porque quería que fuera parte del proyecto de su nueva casa. Lo interesante fue que el interiorismo fue pensado desde el origen de la vivienda, donde la arquitectura estaría a cargo de Felipe David y Claudia Morel. “Cuando nos juntamos me contaron que estaban por empezar a construir su casa y que necesitaban una diseñadora de interiores para participar en todo el proceso, trabajar en conjunto con el arquitecto en detalles y planificar los interiores desde el inicio, para que todo quedara dentro del mismo lenguaje, lo que me pareció una tremenda oportunidad de estar en un proceso que creo es fundamental para tener un buen resultado, tanto arquitectónicamente como en los interiores”, explica Francesca.

Una familia unida, con el gusto por recorrer el mundo, todos llenos de amigos, con ganas de invitar a mucha gente a la casa, le puso ‘play’ a este nuevo sueño.

Manos a la obra, la idea era armar un todo que hiciera dialogar las materialidades con una estructura sólida y funcional de la mejor manera posible. “La madera que usé para muebles como mesa de centro, repisa de la sala de estar, mesa de comedor y en el palillaje que diseñé como división de living-entrada es casi la misma que la del parquet, es el mismo color, evité tener más tonos de madera dentro de los espacios”, cuenta Francesca.

Se dispusieron muebles y detalles en metal cromado, vidrio y los colores de las telas, pátinas, alfombras y ciertos adornos dieron paso a una paleta variada y marcada por el espacio. En el living se usaron gris, morado y verde. En el comedor: naranjo, morado y burdeo, y en la sala de estar: naranjo, gris y azul. “El objetivo es que los espacios queden unidos con un color al menos en común, que mantenga esa unión y fluidez al recorrerlos”, explica la decoradora.

El resultado que hoy se disfruta son espacios con carácter y, por sobre todo, llenos de vida. “Se cumplió el objetivo, si bien es casi todo nuevo, no te da la sensación de que fuera un piloto, se ve con personalidad, como esta familia, y creo que los espacios logran reflejar esa energía”, dice Bassi.