El Lotus Type 66 nunca existió, pero ahora es real. Aprovechando la Monterey Car Week, la firma británica -ahora propiedad de Geely- lo dio a conocer, anunciando que se construirán únicamente 10 unidades, cada una con un precio de un millón de libras.

Hablamos de un auto de carreras de los años 70 que nunca llegó a fabricarse y acaba de “remasterizarse” para convertirse en realidad, más de medio siglo después.

Su historia cuenta que el propio Colin Chapman, fundador de la firma, diseñó este auto en 1970 para participar en la Canadian-American Challenge Cup (Can-Am), un campeonato de prototipos que estaba alcanzando mucha notoriedad en Canadá y Estados Unidos.

Sin embargo, luego Lotus decidió centrar sus esfuerzos en la Fórmula 1 con el Lotus Type 72, con el que acabó ganando tres campeonatos de constructores y dos de pilotos. Entonces, desistió del Type 66, del que sólo quedó una maqueta y algunos planos.

Clive Chapman, el hijo de Colin Chapman, guardó estos planos todo este tiempo y ahora los sacó del baúl de los recuerdos para construir este prototipo que habría sido pilotado por Emerson Fittipaldi en la Can-Am.

Si bien los ingenieros y el director de diseño de Lotus, Russell Car, utilizaron los planos originales para darle forma; también recurrieron al software informático de última generación para reinterpretar ligeramente su diseño y optimizar su ingeniería y fabricación.

Gracias a ello, este auto de carreras de los años 70 tiene el aspecto que le corresponde a un modelo de su época, pero cumple con los estándares de seguridad modernos y es más rápido y fácil de conducir de lo que habría sido originalmente.

“Estamos increíblemente orgullosos de haber completado un proyecto tan único, en el que Colin Chapman participó personalmente. Hay una verdadera delicadeza en remasterizar el pasado. Esta no es una reedición ni un restomod, sino una generación completamente nueva de Lotus: un compromiso de que nuestras glorias pasadas seguirán reflejándose en nuestro futuro”, señaló Car.

La carrocería está fabricada en fibra de carbono y su aerodinámica está tan trabajada que genera más de 800 kg de carga a 240 km/h. El motor es un V8 con varillas de empuje que desarrolla 879 Hp a 8.800 rpm y entrega un par máximo de 746 Nm a 7.400 rpm. Las “trompetas” de admisión son características de los coches de competición de los años 70.