Histórico

¿Cambiar de colegio?

Los aprendizajes de los niños estarían más determinados por el grupo socioeconómico de la familia que por la enseñanza que ofrece la escuela.

LA CERCANIA de marzo enfrenta a muchos padres con una compleja decisión: ¿Debo trasladar a mis hijos de colegio? Cuando están en una escuela o liceo municipal una recomendación frecuente es: "Hagan un esfuerzo y busquen un buen colegio subvencionado".

El esfuerzo suele implicar aportes adicionales al colegio, comprar más materiales o financiar el traslado a un lugar más distante que la escuela municipal. Estos costos económicos y de tiempo se comparan con un beneficio que se da por descontado: un mejor aprendizaje. Se suelen mencionar diferencias de 60 puntos en el Simce o de 150 puntos en la PSU. El resultado de esta comparación de costos y beneficios ha hecho que unos 400.000 padres, que tenían sus hijos en el sistema municipal, los trasladaran a colegios privados subvencionados en la última década.

Este traslado masivo no habría tenido el impacto esperado en términos de aprendizaje cognitivo. El promedio anual de los puntajes Simce sólo aumentó dos puntos hacia mediados de la década y se elevó a tres en 2008. Estos cambios son marginales y, por lo tanto, la mitad de los jóvenes de cada nueva generación seguirían sin llegar a entender lo que leen en un texto breve y simple. ¿Por qué no mejoran los aprendizajes si se han trasladado 400.00 alumnos?

Han sido pocos los padres ubicados en los grupos socioeconómicos bajo y medio-bajo (sólo dos de cada 42) que cambiaron a sus hijos a colegios privados subvencionados. Y, en efecto, al comparar el puntaje de las escuelas que atienden al grupo socioeconómico de nivel bajo se observa que las municipales suelen tener cinco a 10 puntos de ventaja sobre las privadas subvencionadas.

Casi el total de los flujos de traspasos de "dependencia" se produce en los grupos medios. En ellos, la diferencia entre los establecimientos municipales y subvencionados es de sólo nueve puntos en 4º grado; siete en 8º grado y es negativa en el 2º medio. Para calcular con mayor precisión estas diferencias se debería aumentar los puntajes municipales por la mayor proporción de alumnos con problemas de aprendizaje (que suelen ser eliminados de los colegios privados-subvencionados y que deben ser aceptados en el sistema municipal).

En resumen, los aprendizajes de los niños estarían más determinados por el grupo socioeconómico de la familia que por la enseñanza que ofrece el colegio. Por lo tanto, los padres deben considerar la posible brecha entre los años de estudio del padre y de la madre y el ingreso familiar mensual, y los respectivos promedios del establecimiento que recibiría a los hijos. Si la brecha es muy reducida, el esperado aumento en el aprendizaje podría ser muy pequeño. También  deben analizar si sus hijos están entre los mejores de su curso antes de cambiarlos a un colegio que les exigirá un mayor esfuerzo. Además, es posible diseñar otras alternativas. Si encuentran otros padres interesados en mejorar el aprendizaje de sus hijos se puede ofrecer tres semanas de clases en el mes de enero con un profesor contratado por los padres. Esto podría tener un mayor impacto que el logrado con un complejo (y costoso) traslado.

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