El miércoles pasado se sorprendió a Conrad Murray, doctor personal de Michael Jackson y principal sospechoso de su muerte, en el cementerio donde descansan los restos del cantante. En la ocasión, se le vio muy serio, pensativo y sin acompañantes.
 
El posible responsable por la muerte de Jackson vestía informal, de jeans, zapatos cómodos y camisa. Durante todo el tiempo que permaneció en el cementerio donde se encuentra la tumba del cantante pop, anduvo sin los lentes con los que llegó.

La visita del médico resulta confusa, ya que mientras algunos piensan que fue gesto respetuoso, para otros corresponde a una evidente provocación y hasta una instancia publicitaria.

Las sospechas caen justo cuando gran parte de los medios asegura que este lunes 8 se le formularán los cargos al médico por homicidio involuntario y será arrestado.
 
Esta no es la única polémica que ha sucedido recientemente. El padre de Michael, Joe Jackson, ha decidido establecer una demanda a partir de la publicación de fotografías de su hijo fallecido en el programa estadounidense Entertainment Tonight. En ellas se mostraba el momento en que el intérprete era subido a la ambulancia desde su mansión Neverland, instante en que según los paramédicos que lo atendieron, el cantante ya estaba muerto.