Keane: "Ya no le debemos nada a Coldplay ni a Radiohead"
La banda toca el 5 de marzo en Santiago, en Movistar Arena.
Ni la peor nevazón en años amilana el espíritu dulzón de Tim Rice-Oxley, pianista y principal compositor de Keane: "Ha sido un temporal muy fuerte (el que azotó esta semana a distintas capitales de Europa), ha habido muchas complicaciones, pero esta también puede ser una ocasión perfecta para escuchar nuestras canciones en casa, junto a alguien que quieres", lanza en dudoso plan promocional.
Seguro que los vecinos de París, Londres y Dublín están más preocupados de las temperaturas bajo cero, los tacos interminables y la imposibilidad de llevar a sus hijos al colegio que de escuchar la última tonada del trío británico, que toca el 5 de marzo en Movistar Arena.
Pero en algo tiene razón el cerebro del grupo que ya debutó en Santiago en abril de 2007: "Nuestra música ha logrado conectarse con el lado más íntimo de la gente, esa es la única razón de por qué nos ha ido tan bien".
El conjunto, que comenzó a rodar en 1995 como The Lotus Eaters y que dos años después adoptó su nombre actual, tiene sólo tres discos publicados, pero también suma singles para regalar. Somewhere only we know y Everybody's changing, de Hopes and fears (2004); Is it any wonder y Crystal ball, de Under the iron sea (2006), y Lovers are losing, de Perfect symmetry (2008) son algunas de las canciones que les ha permitido vender ocho millones de copias y recoger varios premios en su país.
Una fórmula de pop radial algo resistida y comparada con grupos como Coldplay, pero todavía rentable. "A pesar de todas las influencias que muchos ven en nosotros, Keane tiene un sonido único", dice Rice-Oxley. "Es un sonido fresco y melódico. Creo que ya no le debemos nada ni a Coldplay ni a Radiohead.
Este grupo ha madurado, se ha vuelto más energético y Perfect symmetry (su último disco) es un buen ejemplo de eso".
Algo de esa fuerza quedó en la retina de su primer paso por el país. Con el particular honor de cerrar una fiesta de lengua latina, Keane clausuró Vive Latino en 2007.
"Fue magnífico", recuerda el pianista. "Nos sorprendió que conocieran las canciones y disfrutamos a grupos como Babasónicos (articula en un español algo trabado). Salimos a caminar, almorzamos en un restaurante de mariscos y hasta nos perdimos (ríe).
Pero estuvo bien". Sin embargo, dice que el regreso será mejor: "Verán a un grupo más maduro y energético en vivo".
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