La intimidad incómoda de Heidrun Breier y Daniel Muñoz regresa al Goethe
La directora reestrena su última obra, Bajo Hielo, del alemán Falk Richter, donde actúa Daniel Muñoz junto a Néstor Cantillana, Gonzalo Muñoz y Benjamín Velásquez.

Heidrun Breier habla de manera clara y directa. Un leve acento deja entrever su sangre alemana. La directora, ganadora de un Altazor por mejor dirección el 2009, acaba de reestrenar el montaje Bajo Hielo. Anda con eso en mente. De las nueve funciones que tendrá. Y de eso habla.
Parece poco una semana y media de funciones. "Es un poco complicado, porque Santiago a mil se come cualquier intento de montaje", explica Breier. "Con Filóctetes fue distinto. Ahora es un poquito más difícil marcar una presencia", sintetiza.
Bajo Hielo tuvo una corta temporada en el Goethe Institut el 2009, y ahora se repone con el elenco original. La puesta en escena es esencialmente la misma. La obra examina el trabajo de tres consultores de empresas - Pablo Nadie (Daniel Muñoz), Carlos Brillo de Sol (Néstor Cantillana) y Aurelious Espejito (Gonzalo Muñoz) –en una clara crítica al mundo corporativo, donde todos son desechables.
"La obra en sí es muy actual. Me llamó la atención el texto en sí, lo que dice del sistema económico, del país. Hay harto monólogo, siempre me atrapa la palabra cuando dirijo algo", explica la directora.
La obra se muestra nuevamente en el hall central del Goethe Institut. No es casualidad que ese sea el escenario, ni que las sillas para el público estén dispuestas por todo el pasillo. El público forma parte de la escenografía. Los actores se mueven entre ellos. A veces un espectador ve la cara de otro espectador. Su emoción. Su reacción.
"Hay una intimidad que incomoda", acota Breier. Fue una decisión. "La obra originalmente plantea al público en torno a la acción, como espectadores de una charla expositiva. El público no es un mero observador. Está inserto en la obra, y la idea es generar esa incomodidad. No los hacemos participar, pero sí hay una constante tensión, porque la acción está en medio y no se puede esconder seguro en la butaca, sino que está atento a lo que se vive en el espacio escénico", explica Daniel Muñoz.
"Los personajes son encantadoramente siniestros, porque los argumentos, y los temas que tocan, la política de estos personajes, es descarnadamente cruel, en alas de que el sistema funcione", dice Muñoz. "Pero hay sinceridad y simpatía en estos personajes, que hablan temas tan crueles. Vivimos con gente así, somos parte de un sistema que no respeta al ser humano, sino a los números que puede producir, y eso produce una sensación de angustia. Es una obra muy existencialista, pero Heidrun la hace muy amena y terrenal para el espectador", puntualiza el actor.
Bajo Hielo
Compañía Un Mundo Teatro
Goethe Institut de Santiago (Esmeralda 650, Metro Bellas Artes)
Hasta el 23 de enero.
20:30 horas
Precio único: $3.000
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