Histórico

Rescatan ensayos de Armando Uribe sobre sus maestros, Pound y Léautaud

En los 60, el premio Nacional de Literatura escribió apasionados textos sobre el poeta Ezra Pound y el memorialista Paul Léautaud. Un libro recién publicado recoge ambos ensayos.

"Vivo entre libros", anotaba a mediados de los 60 Armando Uribe. Tenía poco más de 30 años, iba a consolidarse como poeta y era un lector potencialmente obsesivo. Le pasó con Ezra Pound y con Paul Léautaud. Uribe, sospechoso de los elogios de la crítica, se topó con el estadounidense y el francés casi por casualidad y no paró de leerlos hasta que los agotó. Los discutió, los odió, los admiró; tuvo con ellos una relación conyugal. Pound y Léautaud fueron un "acontecimiento raro" en su vida rodeada de libros.

Eso explica la intensidad de los ensayos que dedicó a los escritores. Publicados originalmente entre 1963 y 1966, y prácticamente inubicables, los textos son rescatados en el volumen Pound y Léautaud. Ensayos y versiones (Ed. Universidad Diego Portales). Como anota Andrés Claro en el prólogo, Uribe se despliega como un "lector nervioso" que a través de esos autores escribe "una autobiografía literaria". También entrega sus propias versiones en español de poemas de Pound y segmentos de los diarios de Léautaud.

POUND, ODIOSO PEDANTE
A Uribe le costó leer a Pound (1885-1972). El poeta y ensayista estadounidense que fue seducido por el fascismo italiano en la II Guerra Mundial, estaba de moda en Roma en 1958. Ahí lo conoció Uribe y pasó cinco años leyéndolo "con sumo interés, con sumo cuidado, con desconfianza". Empezó con sus cartas y ensayos, para luego pasar a la poesía. Se encontró con un "subterráneo en el cual escuchaba voces sin saber de dónde venían" y "cemento durísimo en la masa de la construcción". Pound exigía conocimientos de Homero, Dante y la mitología de Ovidio. "Ay, era mucho suponer", escribe.

Sin embargo, siguió. "Cerré por fin todos sus libros, exasperado, aburrido de mí mismo y de su modo de moldearme", anota. Después de reconocer la dificultad de hacer una "defensa coherente de la obra poundiana", Uribe intenta algo parecido. Recorre la obra y la vida de este "gran obseso" y "odioso pedante" y se cuadra ante el apoyo que le da T.S. Elliot a su amigo Pound.

"Pound ha influido sobre los escritores de su generación, sobre los de las siguientes y -¡proeza notable!- sobre sus antepasados, Yeats como ejemplo insigne. Sea o no un poeta mayor, ha sido y es un influjo mayor, una influencia mayúscula, temible, detestada, preferida, perseguida", anota.

En Léautaud y el otro, Uribe plasma su experiencia -subjetiva, antojadiza, histérica, llena de distracciones- de leer al autor francés que dedicó su vida a escribir un diario. Con Léautaud (1872-1956) fue como un matrimonio: "La vida conyugal es difícil. Conversamos. Callamos durante las comidas. Vienen, a su tiempo, las disputas (...) Quisiera traicionarlo", anota Uribe. Más adelante arriesga una definición que lo incluye: "Léautaud se quería parecer a Stendhal (...) no se le parecía más que como una caricatura. Yo me parezco a Léautaud como la caricatura de una caricatura".

Pound y Léautaud. Ensayos y versiones.
Armando Uribe.
Ed. Universidad Diego Portales, 2009.
213 páginas.
$ 11.900.

¡Aprovecha el Cyber! Nuestros planes a un precio imbatible por más tiempo 📰

Plan Digital$990/mes SUSCRÍBETE

IMPERDIBLES

Servicios