En el Tribunal Oral de San Bernardo se inició este lunes el juicio contra el carpintero Jaime Lobos Farías (38), quien el 12 de abril de 2006 asesinó a su hija, Valeska Lobos (10), para vengarse de su esposa, a quien sometió durante 17 años a todo tipo de vejámenes.

El fiscal de la zona Occidente, Juan Castro Bekios, solicitó para el imputado una pena de presidio perpetuo calificado (40 años de cárcel sin beneficios) debido a la planificación y crueldad con que el sujeto cometió el crimen, además de la peligrosidad que constituye su libertad para la sociedad.

Dentro de las pruebas que presentará la Fiscalía Regional Occidente están diversos informes psiquiátricos y criminológicos que ubican al sujeto, con trastorno antisocial de la personalidad, dentro de los psicópatas más desalmados que han pasado por el sistema debido a que la muerte de su descendiente habría sido concebida por el imputado con el fin único de provocar un daño irreparable a su esposa.

Lobos Farías, según las indagatorias estaba despechado porque su cónyuge lo había abandonado a causa de las golpizas que le propinaba después de emborracharse, y por eso resolvió degollar con un cuchillo cocinero, a su hija Valeska.

El imputado retiró a la pequeña desde el colegio Gabriela Mistral y la llevó a su casa localidad de Calera de Tango, donde cometió el parricidio.