SEÑOR DIRECTOR

Históricamente el norte de Chile, comprendido entre las actuales regiones de Arica y Parinacota y la de Coquimbo, ha sido un territorio que vota por la izquierda. El PC y el PS dominaron por muchas décadas el panorama con sus figuras y candidatos. La DC también tuvo líderes destacados y apoyo electoral. Pero tras las elecciones deeste 2017 se aprecian algunas nuevas tendencias.

Los resultados del 17 de diciembre son un buen punto de partida para terminar con la hegemonía electoral de la centroizquierda. El abanderado de Chile Vamos logró imponerse cómodamente en otrora bastiones de izquierda como Antofagasta, Calama y Copiapó. Esto se suma a los buenos resultados en las parlamentarias. Al parecer uno de los grandes temas que marcó la campaña en esta zona fue precisamente la economía y el desempleo, y cómo repercuten en la calidad de vida de los ciudadanos.

A la luz de la evolución histórica de la zona, la centroderecha debería poner más atención en el cambio experimentado en Iquique desde 1989 hasta la fecha, convirtiéndose en la primera gran ciudad del norte en dejar de ser un territorio de centroizquierda. Se podrían obtener lecciones valiosas para otras ciudades nortinas, que permitan proyectar el resultado de 2017 hacia el futuro.

Asimismo, para todos aquellos que estamos en la batalla de las ideas, el norte debería ser de interés, pues la mayor cercanía de la gente con los efectos de las decisiones económicas, un sentido de tierra de oportunidades por la minería y a la vez de frontera por la lejanía con Santiago, podrían ser fermento para avanzar culturalmente las ideas de una sociedad libre y menos estatista.

Álvaro Iriarte

Director de Investigación Instituto Res Publica