Ucranianas de A.R.M.I.Y.A. revolucionan el Festival de Viña con atrevidos trajes
El quinteto europeo se volvió a presentar anoche en la Quinta Vergara sin encantar al jurado.<br>
Las ucranianas de A.R.M.I.Y.A. han revolucionado el Festival de Viña del Mar con sus encantos, que han presentado como credencial tanto en sus actuaciones dentro de la competencia internacional como en su fallida candidatura para alzarse con la corona del certamen.
El quinteto europeo se volvió a presentar anoche en la tercera jornada de espectáculos con su canción "My sdelali eto" (Lo hemos hecho), que recaudó una buena tanda de aplausos y alabanzas gracias a sus provocativos trajes.
Vestidas con botas altas, un diminuto pantalón y una camiseta con transparencias, las cinco ucranianas trataron de explotar su imagen, que recuerda a la fórmula patentada por las Spice Girls, para subir el nivel de su actuación en el anfiteatro de la Quinta Vergara.
Su presentación no terminó de convencer a los miembros del jurado, que en esta edición muestran sus puntuaciones al final de cada canción, lo que supone una innovación respecto a anteriores versiones del certamen.
En los pocos segundos que exhibieron sus carteles se pudo ver un 2, un 4 y muchos 3, sobre una puntuación máxima de 7.
Sin embargo, el público disfrutó con las coreografías y la vestimenta del quinteto, formado en 2007 y compuesto por Anastassia Kumieiko (Nana), Anastassia Snadna (RED), Irina Stepanova (Blondie), Svetlana Safronova (Sweet), Vera Varlamova (Vera).
Las cinco compiten en la sección internacional del certamen con el chileno Eric Phillips y su canción "Mágica", el panameño Danny Ricardo con su tema "Mi sangre es rumba", la canadiense Sierra Noble y su "Try Anything", la peruana Shaw ("Destrozado y sin control") y la estadounidense Aleesha ("Love's a boomerang").
Pero las integrantes de A.R.M.I.Y.A., que significa "ejército" en ucraniano, llegaron a Viña dispuestas a exhibir todas sus armas y a luchar también por el cetro de este festival, el más popular de Latinoamérica, que finalmente quedó en manos de la modelo argentina, Andrea Dellacasa.
La candidatura de las ucranianas contaba como aval con el posado que en 2007 hicieron para la edición rusa de "Playboy".
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