Opinión

Columna de Francisco Alcorta: Luces navideñas y sombras de la informalidad

Andres Perez

Otra Navidad y escenas de calles atestadas de vendedores ambulantes vuelve a ser una postal cotidiana. Como en cada festividad, miles de personas en todo Chile realizarán sus compras a vendedores ambulantes o en comercios ilícitos, sin percatarse de los negativos efectos que esta acción produce contra la economía (evasión de impuestos, del pago de patentes municipales y de cotizaciones previsionales) y, aunque cueste más percibirlo, contra su propia seguridad.

Sin darnos cuenta se está profundizando un problema que cada día se vuelve mucho más difícil de combatir: la conquista por parte de la delincuencia de nuestros barrios comerciales. Así, cada vez que compramos en comercios ilícitos, socavamos la capacidad de disuasión de nuestras instituciones frente a la informalidad. En otras palabras, cada compra en la calle genera contextos urbanos que propician otros fenómenos delictuales más graves. Así, lo muestran los datos.

De acuerdo con cifras de la encuesta de victimización del comercio realizada por la CNC, un 58% de los establecimientos formales que conviven en sus alrededores con el comercio ilegal señalan haber sido víctimas de robos, asaltos y otros tipos de delincuencia, versus un 47% del resto de los comercios. Asimismo, al consultarles a los comerciantes por los principales efectos de convivir con el comercio ilegal, un 75% dice que aumenta la inseguridad. Muy por encima de la preocupación que genera la competencia desleal de informales que no pagan ni las obligaciones legales, ni el arriendo del local donde trabajan.

Por ejemplo, de acuerdo a Carabineros, al comparar lo que va del 2023 con el año pasado, en uno de los cuadrantes donde se ubica el Barrio Meiggs registra un incremento en un 44% de los robos con violencia, un 21% más de robos con intimidación y un 64% más de robos con sorpresa.

El rol de las policías y de los municipios es clave para desalentar el comercio ilegal. Un trabajo coordinado y constante entre ambas entidades tendiente a vigilar de manera efectiva las zonas de mayor riesgo, son fundamentales para prevenir las imágenes que presenciamos recientemente de violentas peleas entre vendedores ambulantes, robos y captura de espacios públicos por parte del comercio ilegal. Imágenes que, lamentablemente, se han hecho más comunes en varias ciudades de nuestro país.

Por Francisco Alcorta, investigador de Libertad y Desarrollo

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