SEÑOR DIRECTOR:

Esta semana, el Presidente y la ministra Siches presentaron un Plan Nacional de Seguridad Pública, con 33 medidas para hacer frente a la principal preocupación de los chilenos.

Sin embargo, y aunque los ciudadanos están pidiendo con urgencia medidas para combatir el aumento de la violencia y la delincuencia, el plan no hace más que anunciar “estrategias”, “articulaciones” e indicaciones a proyectos de ley que tuvieron su origen en el gobierno anterior. Es más, de las 33 medidas anunciadas, ninguna tiene recursos comprometidos y solo 10 tienen un plazo de cumplimiento.

Luego de más de cien días de iniciada esta administración se hacen anuncios que básicamente apuntan a persistir en proyectos que se venían implementando, como son el nuevo Ministerio de Seguridad, el Servicio de Atención a Víctimas y la reforma de Carabineros. Por supuesto, es valioso que se dé continuidad a políticas públicas asociadas a temas que deben ser de Estado, como éste; no obstante, en estos tres meses, la percepción de inseguridad aumentó sin que se vean medidas concretas para darle tranquilidad a la ciudadanía.

Por último, el plan parece contradictorio. Varias de las medidas anunciadas fueron fuertemente criticadas por personeros del Frente Amplio y el Partido Comunista cuando eran oposición. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Cambiaron de opinión? ¿Considerarán ahora que la seguridad y el respaldo a las policías es importante? Probablemente, como ocurrió con el Estado de excepción en la Macrozona Sur y con el indulto a quienes cometieron graves delitos en 2019 y 2020, el ejercicio del poder les ha mostrado que la cruda realidad de la seguridad no permite darse gustos políticos.

Juan Francisco Galli B.