Política

Libertad y Desarrollo: por qué optó por ser el “suizo” en la pelea de las derechas

En medio de la disputa Kast-Matthei, el influyente think tank de la derecha dio “libertad de acción” a sus economistas e investigadores. “Ambos programas son muy coincidentes”, afirma su directora ejecutiva, Bettina Horst.

¿Por qué Libertad y Desarrollo optó por ser los "suizos" en la pelea de las derechas.

Mientras los candidatos presidenciables de la oposición José Antonio Kast y Evelyn Matthei llevan meses trabajando con el objetivo de conquistar el corazón de los votantes, el Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) se ha mantenido al margen de la pugna entre las dos derechas, pero convencidos de que uno de ellos llegará el próximo año a La Moneda.

En abril de 2024, cuando el historiador Juan Luis Ossa asumió la coordinación programática de Matthei –y decidió hacerlo bajo el alero de cuatro centros de estudio de centroderecha–, en Chile Vamos llamó la atención que LyD quedara al margen y no se sumara institucionalmente.

Tempranamente, uno de los think tanks más influyentes de la oposición –al igual que lo hizo el Instituto de Estudios de la Sociedad (IES)– separaba aguas de sus pares, como la Fundación Jaime Guzmán (ligada a la UDI), Horizontal (Evópoli), IdeaPaís y el Instituto Libertad (RN), que se sumaron al trabajo de la abanderada de Chile Vamos.

La respuesta fue que esperarían con paciencia el resultado de unas eventuales primarias o de la primera vuelta, antes de embarcarse en una candidatura.

La misma contestación recibió el Partido Republicano, cuyos dirigentes veían en LyD un trampolín invaluable para Kast y la solución para llenar uno de los grandes vacíos de su candidatura: la falta de elenco, especialmente en el área económica.

Sin embargo, en Chile Vamos confiaban en que a medida que avanzara la carrera y la exalcaldesa de Providencia entrara en tierra derecha, recibiría el apoyo del centro de ideas creado en 1990, tras el retorno de la democracia. “Esperamos que se vayan sumando más centros de estudio”, dijo Ossa a La Tercera a mediados del año pasado.

Pero eso no ocurrió.

Hoy, a poco más de 80 días para las elecciones presidenciales, la directora ejecutiva de LyD, Bettina Horst, defiende –y reafirma– esta neutralidad en esta decisiva elección entre las dos derechas, con la firmeza que la caracteriza. “Para nosotros el trabajo programático de una candidatura presidencial es un momento muy importante para poder llevar adelante nuestras propuestas, pero siempre hemos dado libertad de acción a nuestros miembros hasta no contar con una sola figura del sector”, explica.

La economista y exintegrante de la Comisión Experta del segundo proceso constituyente, revela que hay profesionales trabajando por Matthei, por Kast y también por ambos al mismo tiempo, pero “a título personal”, precisa.

“Institucionalmente, no lo haremos hasta que exista una sola candidatura”, agrega Horst, quien en el último tiempo se ha reunido, en forma separada y en privado, con ambos candidatos.

Esta libertad de acción hoy es pública y evidente sólo en los apoyos a Matthei. Rodrigo Ubilla, por ejemplo, actual director del Área Política y Sociedad Civil de LyD, es parte de su equipo estratégico y varias veces su nombre sonó como generalísimo, en los momentos más complejos de la campaña.

En su equipo económico también figuran varios profesionales de la fundación, entre ellos, Ingrid Jones, Macarena García, Francisca Toledo, Francisca Espinoza, Francisco Alcorta y Pablo Eguiguren.

Un número menor, señalan de LyD, están apoyando al abanderado republicano.

Marcela Cubillos –ex directora ejecutiva de LyD entre marzo de 2020 y junio de 2021– también ha dado señales de estar con Kast.

Programas “coincidentes”

El ser los “suizos” de la derecha, reconocen fuentes del sector, le ha traído costos al centro de ideas de calle Alcántara 498, como el perder protagonismo e influencia ante los otros centros de ideas de Chile Vamos y el paulatino fortalecimiento de Ideas Republicanas –especialmente en sectores jóvenes y universitarios que se han sentido atraídos por la firmeza mediática de su líder–. Incluso hace unos años perdieron la oficina que tenían en las dependencias del Senado.

Horizontal, el think tank de Evópoli –al cual pertenecen los exministros Gonzalo Blumel e Ignacio Briones– ha tenido un rol protagónico en la campaña de Matthei, lo cual no ha sido visto con buenos ojos por los sectores más conservadores de Renovación Nacional y el antiguo gremialismo.

Bettina Horst: "Me pueden preguntar por quién votaré en noviembre, y diré que cualquiera de las dos opciones representa un cambio en la dirección que Chile necesita".

Pero la neutralidad institucional, definida por la plana mayor, se mantendrá inalterable hasta la primera vuelta, pase lo que pase con las encuestas.

El objetivo mayor –explica uno de sus miembros– es poder jugar un rol de “enlace” entre ambos comandos –ganador y perdedor– para enfrentar unidos a la candidata oficialista, Jeannette Jara que, según indican hoy las encuestas, sería la rival en el balotaje, previsto para el domingo 14 de diciembre.

Horst explica, además, que no existen grandes diferencias programáticas entre ambos candidatos. “Al final del día los programas son muy coincidentes y concordantes con lo que nosotros siempre hemos postulado. De ahí que haya gente nuestra que está trabajando en los dos lados”.

“Si bien la división está mucho más marcada en el sector, porque se enfrentan dos figuras fuertes de la derecha, hasta el día de hoy no he podido encontrar una diferencia significativa en sus programas”, agrega.

Ello, en parte, señalan otras fuentes, se debe a la estratégica decisión de Kast de dejar a un lado los temas más controvertidos, incluidos en sus programas de 2021 y 2025, como el aborto y el matrimonio igualitario.

Su nueva hoja de ruta, presentada el jueves, sólo tiene 38 páginas y está enfocado en seguridad y crecimiento económico y no hace mención a temas valóricos.

Otra de las razones para mantener la imparcialidad, agregan, es el activo rol que juega LyD en el Congreso, apoyando a todas las bancadas parlamentarias de la centroderecha, pero especialmente hoy a los republicanos.

La postura histórica

Históricos de LyD, que prefieren hablar off the record, afirman que la imparcialidad ha sido el sello en todas las partidas presidenciales, aunque también reconocen que los distintos contextos electorales que ha habido en los últimos 35 años han marcado sus definiciones y que estas han ido variando según la elección.

En 2005, cuando Joaquín Lavín (UDI) partió como candidato único del sector, con la fuerza y el favoritismo de haber estado a poco de vencer a Ricardo Lagos en la elección de 1999, LyD fue su gran soporte programático a través de los llamados “talleres bicentenario”, en que por primera vez se unían LyD y los centros de estudios de RN y la UDI.

Ello –recuerda un histórico del think tank– hasta que, en mayo de 2005, irrumpió Sebastián Piñera y el Instituto Libertad abandona el pacto para apoyarlo. “Piñera levantó a Felipe Larraín –de Libertad y Desarrollo– para su campaña y varios de los lineamientos de los talleres bicentenario fueron recogidos con astucia en su campaña de 2009 y en su primer gobierno”.

En 2009, Piñera era el candidato único de la derecha y desde un comienzo las fundaciones de la derecha trabajaron conjuntamente en los Grupos Tantauco.

En 2013 hubo un primer intento fallido de hacer una primaria entre Andrés Allamand (RN) y Laurence Golborne (independiente), que terminó siendo entre el líder de RN y Pablo Longueira (UDI).

“En ambos momentos se dio libertad de acción”, recuerda Horst.

La economista recuerda la brusca bajada de Longueira y la proclamación de emergencia de Matthei, donde le piden a ellos que elaboren su programa.

En marzo de 2017, Piñera fue a su segunda aventura presidencial, esta vez apoyado de su propia fundación. Estratégicamente, puso a la cabeza de su programa a Blumel, por parte de Avanza Chile, y pidió a LyD que lo acompañara. El entonces director ejecutivo de LyD, Luis Larraín, designó a Susana Jiménez, actual presidenta de la CPC, quien en ese momento se desempeñaba como subdirectora.

En las primarias de Chile Vamos de 2021, en que se enfrentaron Sebastián Sichel (indep.), Mario Desbordes (RN), Briones (Evópoli) y Lavín (UDI), el centro de ideas fundado en la década del 90 por Hernán Büchi, Carlos Cáceres, Cristián Larroulet y Larraín volvió a dar libertad de acción.

Tras el triunfo de Sichel y su golpe al lavinismo y a la UDI, LyD no formó parte del trabajo programático del actual alcalde de Ñuñoa, que comandaba la economista y periodista Victoria Paz. Tampoco fueron parte del equipo de ideas de Kast, que logró pasar a la segunda vuelta, la que terminó perdiendo contra Boric.

Cristián Larroulet, uno de los fundadores de LyD, tiene una fría relación con Matthei. Andres Perez

La fractura que dejó la reforma previsional

Pero más allá de la línea histórica que ha mantenido la fundación, hay otros factores que han influido en la fría relación de Matthei con Libertad y Desarrollo.

Parte de ella se explica por la distancia que la exministra tiene con Larroulet. Esta se mostró entre 2012 y 2013 –ella como ministra del Trabajo; él, de la Segpres– a propósito de la ley de salas cunas que empujaba entonces el gobierno de Piñera I. Las diferencias se daban por los distintos enfoques de políticas públicas entre ambos, cuestión que se mantendría hasta hoy.

En el segundo gobierno de Piñera también hubo una muestra. En julio de 2020, posestallido social, el entonces jefe de Estado tanteó a la entonces edil de Providencia para ser ministra del Interior. Matthei le manifestó sus reparos de tener que lidiar con el entonces jefe del Segundo Piso y dejó entrever que ahí mandaban “mezquindades” que no permitían solucionar la crisis.

Pero, sin duda, el tema que más tensionó las relaciones de la actual presidenciable de Chile Vamos fue la reforma previsional aprobada en enero, con votos de RN y la UDI, y que catapultó el liderazgo de Jara.

LyD se opuso tenazmente al cambio en el sistema de pensiones enfrentándose en forma inédita a Chile Vamos.

En esa oportunidad, La historiadora y consejera del instituto Lucía Santa Cruz llamó a Larraín para manifestarle que le parecía “excesivo” comparar el proyecto con un esquema piramidal que engaña a los inversores con la promesa de ganancias.

El presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, en tanto, señaló sentirse “decepcionado” por el tono ocupado por los dirigentes de LyD. Y recordó que en Piñera 2, se opusieron a la Pensión Garantizada Universal (PGU) -una de las políticas públicas mejor evaluadas de la anterior administración- y que anteriormente estuvieron en contra del Seguro de Cesantía y del Plan Auge -dos iniciativas impulsadas en el gobierno de Lagos, que nadie hoy pone en tela de juicio-.

“En nuestros 35 años de historia, la reforma previsional, probablemente, ha sido el tema más distinto en que hemos estado respecto de sectores que tradicionalmente estamos de acuerdo en un 99%”, dice hoy Horst a La Tercera.

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