En el marco de las protestas que desde el viernes 18 de octubre se han hecho sentir en distintas ciudades de Chile, el gobierno decidió decretar un Estado de Emergencia que sacó contingente militar a las calles e instauró toque de queda durante los primeros días de protestas.

A dos semanas del llamado "estallido social", las autoridades evalúan las medidas pertinentes para mitigar el descontento con soluciones efectivas en aspectos como la salud, educación, sueldos y trabajo, entre otros.

Es en medio de las aún latentes marchas y manifestaciones varias, que el Partido Regionalista Independiente elaboró una carta -que entregó en La Moneda- en la cual detallan en 16 puntos, aquellos cambios que, consideran, puede mejorar la situación de la clase media chilena.

En aspectos como el sistema de pensiones, el acceso a la educación gratuita y de calidad, el alto costo de la salud, el acceso a vivienda, la participación democrática, las rebajas a la remuneración de altos cargos y crisis medioambiental, el partido presidido por Hugo Ortiz de Filippi, detalló "Propuestas para dar respuestas a las demandas del Chile de hoy".

Además de rechazar los saqueos y destrucción de mobiliario público perpetrado por "violentistas y delincuentes", afirmando que "los vándalos no pueden disfrazarse con las vestimentas de las causas sociales justas que todo el país apoya"; condenaron "todo abuso de poder que conlleve violaciones a los derechos humanos".

Por otro lado, el Partido Regionalista Independiente también hizo un mea culpa, en el que se adjudican la responsabilidad por no "salir con más fuerza a denunciar y levantar las banderas de los sectores medios de la cual la inmensa mayoría en el PRI somos parte".

Así mismo, el partido que se define "de centro" interpeló a la derecha acusándola de resguardarse en cifras positivas y dejar de lado la humanidad de los chilenos.

"Hacemos con respeto y con altura de miras y con un profundo sentido constructivo la denuncia hacia parte de una derecha indolente que solo se refugiaba en los números azules que durante décadas mostraban nuestras finanzas fiscales y nacionales, olvidando que más allá de las líneas de un gráfico circular hay personas, con nombres y apellidos, y con sueños y esperanzas".