Pulso

El separatismo no muere en Europa

Justo después de que Crimea escogiera escindirse de Ucrania, los ánimos separatistas parecen haberse renovado más al occidente, en Europa, donde Escocia pide su independencia del Reino Unido, mientras Cataluña intenta sacar adelante su propio referéndum de secesión.

En el caso de Escocia, el debate se ha volcado a las consecuencias militares que tendría una separación. Ese ha sido el discurso del ministro de Defensa de Reino Unido, Philip Hammond, quien ha sostenido una serie de reuniones las últimas semanas con el primer ministro escocés, Alex Salmond, para detener el avance del movimiento independentista.

Los que siguen a Hammond aseguran que Escocia cumple un rol fundamental en la defensa soberana británica desde inicios del siglo pasado, siendo la primera línea de defensa del Reino Unido. Sin embargo, eso no ha detenido la campaña para votar Sí que lidera el gobierno de Salmond, que ha ganado cada vez más adherentes en las encuestas.

La empresa de investigaciones YouGov dijo, por ejemplo, que el apoyo independiente ha subido desde 31% en noviembre hasta 37% en marzo. Y aunque la misma encuesta arrojó que el respaldo para mantener la unión británica era de 52%, otros sondeos sugieren que la diferencia es mucho menor. Otra encuesta, de TNS, mostró que la distancia entre ambas posiciones se redujo hasta 12 puntos porcentuales, desde 14 puntos hace un mes y 19 puntos en septiembre, cuando partieron los sondeos.

Se espera que el primer ministro de UK, David Cameron, visite varias veces Edimburgo antes del 18 de septiembre, fecha en que se hará la votación para decidir si se transforma a Escocia en un estado independiente. De conseguir la victoria, los escoceses han propuesto implementar a partir del 24 de marzo de 2016 su propia carta fundamental.

Los tres mayores partidos políticos británicos que favorecen mantener la unión han advertido que una Escocia independiente no compartiría la libra esterlina con el resto de UK, mientras algunos líderes empresariales británicos han advertido que la inversión y los empleos se irían directamente al sur a Inglaterra. La OTAN, en tanto, ha declarado que difícilmente aceptaría una Escocia independiente, sobre todo si pone en amenaza la seguridad de toda la organización escindiendo una base nuclear clave.

El economista Alastair Newton, del banco Nomura, escribió en una nota que de todas maneras no será fácil para Escocia poner freno al movimiento a favor de la independencia. "Los unionistas, que hasta ahora han demostrado ser técnicamente competentes, parecen haber ya disparado todas las balas que tenían sobre la economía, lo que hasta la fecha solamente ha conseguido impulsar el voto pro-independentista", dijo.

FUERA O DENTRO

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, incluso ha puesto en duda la capacidad que tendría Escocia para permanecer dentro de la Unión Europea si concreta sus planes separatistas. Asimismo, recordó que la secesión de cualquier región supondría su salida de la UE, ya que dejarían de aplicarse allí los Tratados de Bruselas. "Una nueva región independiente, por el hecho de su independencia, se convertirá en un tercer Estado en relación a la Unión y, desde el día de su independencia, los tratados ya no serán de aplicación en su territorio", señaló.

Así es como se refirió también a los ánimos independentistas del sur europeo, donde la comunidad española de Cataluña sigue encaminada a solicitar su separación.

La comunidad autónoma perdió en marzo una votación del congreso español en la que buscaba la aprobación para realizar su consulta soberana, con el gobierno de Mariano Rajoy acusando al plan de ser inconstitucional. Sin embargo, el movimiento independentista catalán no ha dado pie atrás y ha jurado seguir adelante a pesar de la decisión del gobierno.

Cataluña ha enfrentado diferencias culturales y lingüísticas con gran parte del país por años, lo que se ha hecho más evidente desde la crisis europea, cuando se convirtió en el motor de la economía hispana.

El líder catalán del movimiento de secesión, Artur Mas, declaró este mes que seguirá en busca de la aprobación parlamentaria para sacar adelante una ley de consultas que le dé un marco legal a la votación soberanista, que está prevista para el 9 de noviembre. La Assemblea Nacional Catalana, que busca alcanzar la independencia política de Cataluña, incluso ha fijado en su agenda que el 23 de abril de 2015 se proclame la independencia de la región.

NO SOLO EUROPA

Las ambiciones de secesión no se limitan al viejo continente. Transnistria, la región separatista pro-rusa de Moldavia, pidió a la ONU que reconociera su independencia la semana pasada, y así seguir los pasos de Crimea para aspirar a una anexión por parte de Rusia.

El gobierno ruso tiene tropas militares en Transnistria desde un conflicto militar contra Moldavia en 1992, que incluyen a observadores militares de Ucrania.

Más sobre:InternacionalPortada

No sigas leyendo a medias

NUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mesAccede a todo el contenido SUSCRÍBETE

VIDEOS

Servicios