Me robaron el celular: 7 consejos para proteger datos personales y del banco para evitar fraudes

En la actualidad, los teléfonos celulares son más que una simple herramienta para realizar llamadas y recibir mensajes de texto.

Hoy, la gran mayoría de los dispositivos permiten que puedas acceder a múltiples aplicaciones que requieren de tus datos personales.

Y aquello no solo hace referencia a las redes sociales en donde figuran tus fotos, sino que también, a tu correo electrónico y a las plataformas de tus instituciones bancarias.

Es precisamente por ello que cuando sufres del robo de tu dispositivo, más allá del valor en sí que este pueda tener, también pasa a entrar en riesgo tu información.

A través de dicho acto, algunos delincuentes incluso pueden entrar a tus cuentas de banco para sacar dinero, comprar, hacer transferencias y/o pedir préstamos para seguir exprimiendo tus finanzas.

Por eso siempre es mejor anticiparse y tomar medidas para evitar escenarios de este tipo. Más aún cuando existen sistemas que facilitan intervenir controles de seguridad como el Face ID o similares.

La subinspectora Maura Martínez de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI dice a La Tercera que el modus operandi en estas situaciones en particular involucra múltiples factores.

“El primero es el robo o el hurto del aparato tecnológico, en este caso un teléfono celular. Posteriormente viene el ingreso, ya sea al mismo o a las cuentas bancarias o entidades financieras que se tengan ahí”.

Para proteger tus datos personales y bancarios y así evitar potenciales fraudes, el subcomisario de la Brigada Investigadora del Cibercrimen Metropolitana, Julio Vargas, compartió una serie de consejos.

Revísalos a continuación.

La tarjeta SIM es la pequeña pieza de plástico que incluye un chip y que generalmente se inserta desde un costado del celular.

El pin de seguridad (4 dígitos) de esta puede encontrarse en la tarjeta donde viene cuando la compras. Sin embargo, en caso de que la hayas perdido, puedes solicitarlo a tu compañía móvil.

Aquello ya es “una gran barrera”, asegura Vargas.

Si no estás seguro de dónde está el pin en tu tarjeta, es sugerible que consultes con la empresa correspondiente.

“Si tú tomas esta medida de seguridad y activas esta contraseña, te puedes ahorrar un mal rato en caso de que te roben o se te pierda el teléfono”.

Bajo esta línea, añade que es importante activar la verificación en dos pasos, que es un SMS con un número secreto que no se debe compartir.

Independiente de cuál sea la marca del celular, esto permite que se puedan configurar los ajustes de búsqueda y que se pueda eliminar información en caso de que no se pueda recuperar el aparato robado.

A nivel general, se presume que mientras más actualizado esté el sistema operativo, mayor es la dificultad de que los delincuentes puedan alterarlo.

Aquí es particularmente útil aplicar la creatividad. Si tu contraseña o la figura que debes hacer para entrar es demasiado común o sencilla de deducir, las posibilidades de que puedan acceder al contenido se vuelven considerablemente más altas.

Asimismo, el representante de la PDI subraya que no deben guardarse en lugares de fácil acceso dentro del mismo equipo.

Este software de la firma tecnológica añade una autenticación adicional para que los usuarios puedan entrar a sus cuentas en línea.

Aquello se traduce en que además de la contraseña, deberán introducir un código generado por la app de Google.

De esa manera, se puede facilitar su recuperación en caso de que sufras el robo de tu celular.

Así no dependerás únicamente de uno solo y será más fácil que vuelvas a tener acceso a tu propia información si pierdes el dispositivo.

El subcomisario de la PDI sugiere que “lo primero es tomar contacto con la compañía para bloquear la SIM, ya que con ella se puede iniciar el proceso de recuperación de las aplicaciones bancarias, correos y redes sociales”.

Junto con ello, recomienda contactar a las entidades financieras que utilices, con el objetivo de bloquear el acceso desde el dispositivo robado.

A esto se le suma que es ideal iniciar el proceso de recuperación de las cuentas lo antes posible, para así reducir la posibilidad de enfrentar riesgos mayores.