Consentimiento sexual

SEÑOR DIRECTOR:
Que las familias sean las primeras educadoras no exime a la comunidad del deber de transmitir con claridad a niños y jóvenes los valores fundamentales sobre los que descansa el consenso grupal. De especial importancia es que líderes y medios expliciten las “líneas rojas” que separan lo debatible de lo que no lo es en materia de consentimiento sexual.
En este sentido la reflexión planteada por Mónica Rincón en Tolerancia Cero sobre el caso Monsalve es valiosa y debe ser reiterada. La periodista recordó que el exsubsecretario sostuvo que la “frase” que usó su subalterna al increparlo “no tiene que ver con no consentir; lo que [ella] me dijo, era que ‘lo que yo hice, no lo hice consciente‘”. El aserto de Monsalve que equipara la inconciencia al consentimiento sexual es falsa y grave, como dice Rincón.
Juristas, legisladores y jueces sí debaten actualmente sobre conceptos complejos (“permiso unilateral” vs. “disposición bilateral”), para avanzar hacia una concepción jurídica receptiva de la distinta forma en que varones y mujeres participan de la práctica sexual. Pero lo que no está en discusión bajo ningún respecto es que acceder sexualmente a una persona inconsciente es constitutivo de delito (sea de abuso o violación).
El formalizado naturalmente puede decir lo que quiera. Pero rectificar enfáticamente que la inconsciencia excluye al consentimiento sexual, no es optativo sino obligatorio para líderes y medios. Especialmente, cuando es una exautoridad la que afirma lo contrario.
Fernanda García
Abogado – Faro UDD
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