La información como ética social

SEÑOR DIRECTOR:
La verdad, según el académico español José María Desantes, no es un límite de la información, sino su sustancia. Sin verdad, lo que se difunde no es información, sino una negación de ésta, una injusticia comunicativa.
Preocupa, entonces, el uso de las redes sociales para manipular a la opinión pública. En épocas de crisis y de elecciones los contenidos falsos aumentan entre un 15% y un 25%. En 2024 se detectó que en más de 49 países se usaron cuentas falsas y bots para manejar el tejido social informativo durante campañas electorales.
La difusión de contenidos falsos socava la función política del periodismo, deteriora la democracia, distorsiona la opinión pública y vulnera el derecho ciudadano a recibir información basada en evidencia. Es urgente promover una ética social informativa rigurosa que le dé marco a la libertad de expresión y de opinión.
Urge, por tanto, un pacto amplio en contra de la desinformación: un acuerdo transversal que involucre a todos los sectores políticos, actores sociales y medios de comunicación, y que sea efectivamente respetado.
Rodrigo Mundaca
Presidente Regional Metropolitano
Colegio de Periodistas
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