SEÑOR DIRECTOR:

Como sabemos, Óscar Landerretche ha apoyado la candidatura de Carolina Tohá bajo el argumento de que ella gobernará de manera democrática y retomará el camino de la socialdemocracia; abandonado, primero, por la Nueva Mayoría, y luego, por el actual gobierno de Gabriel Boric.

Si bien el apoyo referido de Landerretche es bien intencionado, es a la vez poco realista. Parafraseando una canción romántica de Alberto Plaza, el problema esencial de su planteamiento es que le pide a Tohá “más de lo que puede dar”. Por una parte, en el hipotético caso de triunfar en la elección presidencial, Tohá igualmente gobernará con el Frente Amplio y el Partido Comunista, partidos ambos no precisamente socialdemócratas. Por otra, en el caso más probable de ser oposición, nada indica que ejercerá una oposición leal y democrática al gobierno electo de derechas. La oposición fuertemente desleal en contra del segundo gobierno de Sebastián Piñera —no solo de parte de la izquierda radical, sino también del llamado Socialismo Democrático—, le da la razón a ese verso de Plaza. En otras palabras, si tenemos en cuenta la historia reciente de Chile, resulta políticamente imposible que las izquierdas se identifiquen tanto con la democracia liberal como con la socialdemocracia.

Valentina Verbal

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