Los discos esenciales de Camilo Sesto: que no me falte jamás

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Camilo Sesto.

Aquí, un análisis de los mayores álbumes del baladista que falleció este fin de semana.


Si bien el éxito internacional de Camilo Sesto se extendió hasta avanzados los años 80, fue en la década anterior que su discografía y presentaciones en vivo alcanzaron un brillo inapelable. Ejerció un férreo control como productor y compositor, pero al momento de elegir colaboradores y estudios seleccionaba a los mejores. Son los años en que estableció coordenadas inamovibles en su música: la desolación en medio de amores intensos, una expresiva carnalidad tratada con suma elegancia, y sonoridades mediterráneas entrelazadas a un concepto emparentado al de Phil Spector, con magnificentes arreglos orquestales donde su voz era la atracción principal.

Algo de mí (1972)

Producido por Juan Pardo, uno de los pioneros del rock en español como miembro de la banda Los Brincos, plasmaron baladas crepusculares sentando de inmediato los pilares del estilo del astro: grandes arreglos orquestales, una sólida base rock de bajo, guitarra y batería y un protagonismo absoluto de la voz solista. Como curiosidad hay dos temas de Eduardo di Capua, cantante y compositor napolitano muerto en 1917, el autor de "O sole mio" que en este álbum es rebautizada como "Todos los tiempos", y una versión de "Buenas noches" de Johannes Brahms. Un álbum bisagra entre los sonidos pop los 60 y los 70.

Sólo un hombre (1972)

Arranque fabuloso con una de sus mejores canciones, "Amor… amar" co escrita junto a Lucía Bosé, la madre de Miguel. Producido nuevamente por Juan Pardo y grabado en los estudios De Lane Lea de Londres, donde Queen hizo demos en 1971. Los arreglos de aquel hit estuvieron a cargo de Johnny Arthey, especialista en éxitos pop entre los 60 y 70 de artistas como Engelbert Humperdinck. Incluye otro clásico de su repertorio como "Fresa salvaje". Un trabajo de letras oscuras y vívidas.

"Y día tras día, me voy hundiendo solo, tu vida, tus amigos, te importan mucho más", canta en "Solo un hombre".

Algo más (1973)

Conocido en España solamente con el nombre del cantante, es el primer álbum donde Camilo Sesto se hace cargo de la producción completa y compone casi todas las canciones. Los arreglos del título homónimo son de Juan Carlos Calderón como en la misma labor figura Brian Bennett (a cargo de "Hombre y mujer"), legendario baterista miembro de The Shadows, la banda más importante de Inglaterra antes de los Beatles. Incluye el éxito "Todo por nada", de líneas siempre expresivas en un hálito de fatalidad: "la voz desnuda de la vida, me cambió todo por nada".

Camilo (1974)

Camilo Sesto se afianza como productor y autor. Escribe el disco completo excepto una nueva coautoría junto a Lucía Bosé para "Mi verdad". Este álbum suma dos nuevos clásicos como "Ayudadme", que habría sido compuesta durante una visita en Chile y "¿Quieres ser mi amante?". Trabaja nuevamente con arregladores como John Arthey y el británico Zack Laurence, más tarde colaborador de Juan Gabriel.

Amor libre (1975)

Comienza a trabajar con Alejandro Monroy como arreglador, sociedad que se extenderá por largos años. El álbum incluye varios singles que con el tiempo se repetirán una y otra vez en discos compilatorios como "Jamás", "Melina", "Amor libre" y "Piel de ángel". Esta última será objeto de pasión y análisis por mucho tiempo. Mientras algunos defendían la tesis de una relación extramarital -la impresión inmediata que arrojan los versos-, otras lecturas apuntaron a un amorío homosexual: "Somos conversación predilecta, de gente que se cree perfecta, somos de esos amores, prohibidos a menores, por ser como son". Por otra parte, "Melina" ha sido esgrimida como una pieza de tintes políticos que además consagra sonoridades exóticas en el cancionero del español: "Mujer, tú naciste para querer, has luchado por volver, a tu tierra y con tu gente".

Entre amigos (1977)

Aunque la producción sigue a su cargo el noveno larga duración de Camilo Sesto es excepcional en su discografía porque cede el férreo control compositivo a consagrados como Juan Carlos Calderón, Albert Hammond y Luis Gómez Escolar, uno de los más prolíficos autores del pop en español de todos los tiempos, una de las firmas tras "Miénteme".

Sentimientos (1978)

El último gran título de Camilo Sesto en los 70 arranca con una de sus composiciones más brillantes en todo sentido: "Vivir así es morir de amor", con su extraordinaria fanfarria inicial y una cadencia influenciada por la música disco que dominaba al mundo en aquel entonces. Un éxito que nos llega particularmente en Chile de aquel álbum es "El amor de mi vida", que años más tarde serviría de inspiración para Jorge González con el hit "Estrechez de corazón".

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