A cinco meses del cierre, librerías podrán vender por delivery
Después de dos polémicas multas a la cadena Bros, el Ministerio de Culturas, Interior y la Asociación de Librerías de Chile acordaron una fórmula que permitirá el despacho de libros en comunas en cuarentena.
Aunque todo Santiago estaba en cuarentena, la cadena Bros siguió despachando libros, con la seguridad de tener el permiso para ello. Pero los fiscalizaron de la Seremi de Salud y les cursaron dos multas por un total de $ 5 millones, por realizar “servicios no esenciales para la comunidad como la venta de libros”.
“El 4 de junio recibimos un correo desde el Ministerio de las Culturas, y respaldado por el oficio del ministro (Nicolás) Palacios, donde se nos informaba que en los próximos días se iba a activar un permiso especial para el rubro en comisaría virtual, pero que eso ya bastaba para que pudiéramos trabajar”, recuerda Fabio Costa, dueño de Bros y presidente de la Asociación de Librerías de Chile. “Lo que nosotros no sabíamos, y aquí es donde se generan las fallas en la comunicación, es que ni Cultura ni Economía podían darnos ese permiso sin autorización de Interior”.
La sanción, cuenta Costa, ya fue “revisada y sobreseída porque se entendió que fue un error”. Sin embargo, desató una polémica que, sumada a otros factores, detonó el sábado pasado la salida de 55 organizaciones de trabajadores de la cultura de la mesa intersectorial convocada por el ministerio respectivo ante la crisis del sector.
El dirigente gremial relata que tras la controversia el equipo de la ministra Valdés lo convocó a una reunión digital conjunta con la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, el miércoles pasado. El diálogo tuvo un efecto concreto: a cinco meses del cierre forzado por la pandemia, se acordó crear una resolución que permitirá a las librerías realizar despacho a domicilio en las comunas en cuarentena. La resolución autorizará una excepción al Instructivo de desplazamiento del plan Paso a Paso.
El permiso se hará efectivo una vez que Costa entregue un listado de librerías y un máximo de tres trabajadores por tienda, los que serán autorizados a hacer delivery. “Recibido eso, se elabora la resolución para permitir a los empleados señalados el desplazamiento”, adelanta a La Tercera la ministra Consuelo Valdés. “Para el Ministerio de las Culturas, el libro es un bien cultural de primera necesidad. Es muy importante para nosotros la venta de libros, de cara al sector y a la ciudadanía”, agrega.
Fabio Costa resalta que el logro responde a la insistencia del gremio y advierte que aún quedan temas pendientes para la industria editorial. “Este permiso es el primer paso a la sobrevivencia, en ningún caso es la situación ideal para enfrentar la crisis. El mundo del libro es un ecosistema y las librerías necesitamos que las editoriales y las imprentas sigan operando, porque si no va a llegar un momento en que nos vamos a quedar sin libros. Estamos contentos con este logro, pero hay que ver la situación en que está la cadena completa”, asegura.
La ministra Valdés se manifiesta consciente de ello: “En las reuniones que hemos sostenido con el sector, se buscó establecer los mecanismos mediante los cuales se pueda facilitar la apertura de librerías, editoriales, bodegas e imprentas, considerando todos los resguardos sanitarios pertinentes, para posibilitar la respuesta a la alta demanda que se está generando y, también, la liquidez necesaria para evitar su inminente cierre”, explica.
Pese al quiebre de la mesa intersectorial, Fabio Costa asegura que la intención del gremio es mantener el diálogo con el ministerio, voluntad que comparte Consuelo Valdés: “Hoy más que nunca es fundamental el trabajo conjunto, responsable y coordinado entre gobierno, empresas privadas, gremios y artistas. Hemos trabajado en esta gestión, mucho antes de este contexto sanitario, en el marco de la implementación participativa de la Política Nacional de la Lectura y el Libro, con la certeza de que es la mejor manera de hacer política pública en cultura. Y lo hemos reforzado, en estos meses, con reuniones particulares con los representantes de los diferentes sectores”.
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