Fallece Roberto Edwards, ícono del mundo cultural

Fotógrafo, empresario y fundador de la Revista Paula, en los últimos años el retratista se vio aquejado por una serie de enfermedades, incluyendo la pérdida casi total de su visión.


Este viernes, a los 85 años, falleció Roberto Edwards Eastman, fotógrafo, ícono del mundo cultural y fundador de la Revista Paula, que actualmente edita La Tercera.

El destacado retratista -hermano de Agustín Edwards Eastman, dueño de diario El Mercurio- nació el 22 de febrero de 1937 en Londres, Reino Unido.

Si bien, cursó estudios en la Escuela Militar, así como también Arquitectura y Administración de Empresas en la Universidad de Chile, tempranamente supo que su pasión estaba en la fotografía.

En 1967 fundó la Revista Paula, mediante la Editorial Lord Cochrane, la cual heredó de su padre -Agustín Edwards Budge-, en donde destacó por publicar fotografías rupturistas para la época, marcando una época con su estilo.

Durante los últimos años estuvo alejado de las calles y del arte producto de una serie de enfermedades que lo aquejaron, incluyendo la pérdida casi total de su visión.

Para la edición aniversario de los 50 años de la Revista Paula -el 16 de noviembre de 2017-, Alexandra Edwards recordó a su padre de la siguiente forma:

“Desde hace unos 30 años, mi papá se viste con uniforme: pantalones con bolsillos anchos para meter todo lo que pueda necesitar –y que se manda a hacer con una costurera–, poleras de algodón en cuatro colores: negro, azul, amarillo y rojo, manga larga o manga corta, según la estación. Hoy solo existe este tipo de ropa en su clóset”, relató.

Continuó recordando que “quizás la gente piensa que no se cambia de tenida, pero a él nunca le ha importado lo que piensen de él. Ni cómo lo ve la gente. Es, ante todo, una persona muy práctica. Tanto así, que los muebles de su casa tienen ruedas para unirlos o separarlos como un mecano, según la ocasión. A él se le ocurrió, le encantó su idea y la hizo realidad”.

“Hoy (en 2017) tiene 80 años y un 3% de visión; eso lo limita por completo para generar los proyectos que aún tiene en su cabeza. Se dedica, eso sí, a diseñar por las noches –le cuesta conciliar el sueño– viviendas sociales en containers que aprovechen al máximo el espacio útil para que una familia viva dignamente durante un periodo de emergencia”, agregó.

En dicha época Alexandra confidenciaba también que su papá “llama a sus seis hijos al menos una vez al día solo para decirnos lo mucho que nos quiere. A mí esto me emociona y también me hace pensar en quién es él realmente, me hace recordar los proyectos que ha empujado, las soluciones que se le han ocurrido, las locuras que ha financiado. Todo eso es, para mí, su legado, y aquí lo quiero compartir”.

En el mismo especial de Paula revelaba también que “mi papá es difícil de encasillar. Es considerado un artista por los empresarios y un empresario por los artistas. Yo también lo veo como un emprendedor social. Siempre está inventando formas de mejorar la vida de las personas menos privilegiadas”.

“Durante años les enviaba alimentos semanalmente por avión a los leprosos de Isla de Pascua. Empezó a hacerlo después de un viaje en que vio el abandono en que vivían, pocas personas querían acercarse a ellos”, relató.

También destacó que “para ayudar a disminuir la segregación social existente en Chile, se le ocurrió crear Integrarte, una fundación que buscaba la integración social a través de talleres de arte: juntaba a personas de mundos muy distintos para que se conocieran a través de la experimentación artística y perdieran sus prejuicios. Su premisa era que, cuando la gente se comunica y comparte momentos de su vida, las barreras sociales caen”.

Sobre las enfermedades que lo aquejaban y que redujeron drásticamente su visión, contó: “me cuesta imaginar que alguien que ha vivido mirando el mundo a través del lente de su cámara, que ha disfrutado intensamente de la belleza y que ha plasmado esto a libros y exposiciones de arte, pierda la capacidad de ver. Una degeneración macular está dañando progresivamente la vista de un hombre que ha sido muy visual durante toda su vida (...) Me ha dicho que perder la vista le ha brindado la oportunidad de ver cosas que antes no veía. Está más centrado en el lado bueno de las personas, más atento a lo que sienten los demás, más conectado con quienes siempre lo han rodeado: su familia”.

Legado en Revista Paula

Sobre Revista Paula, uno de los legados de Roberto Edwards, su hija Alexandra relató que una de sus grandes influencias fue la madre de él.

“Una vez le pregunté por qué era así y me dijo que su mamá siempre hizo lo que quiso. Es cierto: mi abuela, con el pelo blanco, andaba en una moto de 500 cc en el Santiago de los años 50, también era aviadora (aunque no muy buena) y practicaba escalada libre. Todas esas cosas le daban mucha vergüenza a mi papá de niño, pero pronto la empezó a admirar y a valorar de verdad. Vio en ella a una mujer libre y, ahora que lo pienso, probablemente lo marcó en el foco que le daría posteriormente a la revista Paula”, relató.

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