Este martes, Universidad de Chile disputará su partido más importante en el año. En el Nilton Santos, el equipo de Gustavo Álvarez se jugará la opción de avanzar en la Copa Libertadores. Los laicos lideran el grupo A de la competencia internacional, pero no tienen margen de error: visitan a Botafogo, el segundo del grupo, que tiene nueve unidades. El tercero, Estudiantes de La Plata acumula la misma cantidad y remata frente a Carabobo, en Argentina. Una victora o un empate los mete en octavos de final del certamen, mientras que una derrota los clasifica a la Copa Sudamericana.

Los fanáticos azules entienden que el equipo de Gustavo Álvarez no puede estar solo. Un buen número, de hecho, ya está en Río de Janeiro, esperando el encuentro. Se estima que unos 3.500 seguidores se desplazaron para presenciar el compromiso.

El lío

La alta presencia de fanáticos estudiantiles ha derivado en un lío: la posibilidad concreta de que no cuenten con las localidades para entrar al estadio. El problema radica en que el club brasileño les vendió, sin mayores problemas, 1.500 boletos que no formaban parte del sector que estaba reservado para los hinchas visitantes.

Ahora, sin embargo, la acción está en entredicho: esas localidades fueron bloqueadas, precisamente por el conflicto de seguridad que puede representar la coincidencia de fanáticos de ambas escuadras. Y el elenco de Río de Janeiro se comprometió a devolver el dinero a los fanáticos, pero en 30 días.

Busca respaldo

En ese contexto, Azul Azul solicitó el respaldo de Sebastián Depolo, el embajador de Chile en Brasil, con la finalidad de allanar un entendimiento que, cuando menos, permita la ampliación del sector del estadio destinado al público forastero.

Los laicos estiman que esa medida es la más viable, sobre todo porque permitiría aminorar la posibilidad de enfrentamientos entre ambas hinchadas. Sin embargo, para que se materialice, primero se deben desbloquear los tickets inhabilitados y, posteriormente, reasignarlos en un nuevo sector del recinto deportivo. Botafogo, sin embargo, no está dispuesto a ceder. ¿La razón? Aseguran que se juegan la final del año y que no quieren dar ningún tipo de ventaja. Incluso, la dirigencia ordenó regalar entradas a los hinchas del club brasilero para llenar el Nilton Santos.

El partido del año

La U viajó el domingo por la tarde a Brasil. El plantel laico llegó a Río de Jaineiro a eso de las 20 horas de Chile, una más en Brasil, y lo hizo con una sorpresa: Rodrigo Contreras.

El artillero presentó molestias físicas tras la derrota ante Deportes Limache en el Lucio Fariña de Quillota. La dolencia llevó a poner en duda su inclusión en el plantel que viajaría. Sin embargo, Gustavo Álvarez decidió esperarlo hasta última hora para incluirlo en contingente. También viajó Lucas Assadi, quien estaba previsto como opción ante la eventual ausencia del exjugador de Everton.

En conferencia de prensa, Leandro Fernández se refirió al duelo. Se anota como el más importante del año. “Venimos de un viaje largo, de un partido de mucho desgaste, pero ya planificando el partido de mañana”, dijo el atacante.

De paso, se refirió a la ausencia de Matías Zaldivia, quien está suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. “Es una baja sensible, pero tenemos compañeros que lo pueden hacer muy bien. El plantel está preparado, esperando esta oportunidad”, dijo el argentino.

“Es un partido muy importante para lo que aspiramos. Es como si estuviéramos en Chile, la gente nos acompaña a todos lados y nos sentimos respaldados”, complementó.

“Si bien les ganamos en Santiago, ellos acá son fuertes con su gente y su clima. Va a ser un partido difícil, pero no importante. Hay que ir trabajándolo de a poco. La propuesta tiene que ser la misma que venimos implementando, salir a buscar el partido donde nos toque jugar”, cerró.

Botafogo, por su parte, recuperará a sus dos grandes figuras: el venezolano Jefferson Savarino y el brasileño Artur Victor, quienes estarán presentes en el duelo ante la U. Además, retornará Gonzalo Mastriani, quien también superó sus problemas físicos y podrá ser considerado por la escuadra que anotó la Copa Libertadores en la temporada 2024.