DeMo Magnolia es el nuevo restaurante que funciona en el Hotel Magnolia.

La casona de los años 20 que fue restaurada por la arquitecta Cazú Zegers y que encuentras en la calle Huérfanos, pleno centro de Santiago, y a pasos de los barrios Lastarria y Bellas Artes.

Un restaurante a cargo de Pedro Chavarría, el chef que fue uno de los cuatro chilenos galardonados por The Best Chef Awards, el reconocimiento que se creó en 2017, para destacar el trabajo y trayectoria de los chefs más renombrados del mundo.

Puedes ver el detalle y los chefs chilenas destacados aquí.

Además, Pedro es el mismo chef detrás de DeMo, el local que abrió en 2021 en la galería La Curtiembre, pleno barrio Franklin, y que probablemente conozcas por su imperdible brunch.

DeMo Magnolia: menú visual y sensorial

Ahora en DeMo Magnolia cautiva con una experiencia que es un menú de degustación ($ 70.000), de tres snacks, cuatro platos y tres dulces.

Además del maridaje ($ 30.000 cuatro cepas), que también puede ser sin alcohol ($ 20.000), los cuatro tiempos, que incluye una Kombucha de rosas y una infusión de hibiscos y frutillas, por ejemplo.

Se trata de un menú que funciona sólo de lunes a viernes, entre las 6.30 PM y 9.30 PM y para el que debes reservar, ya que sólo se atienden 16 personas por servicio.

Dentro de los snacks te encontrarás con sabores que te recordarán al local de barrio Franklin, claro que con una propuesta visual totalmente distinta.

Como un sanguchito de cerdo, que llegará a tu mesa con un caldo de cerdo ahumado.

También una croqueta de langostino amarillo y un tártaro de mariscos, que puede ser de almejas, chochas o navajuelas por ejemplo.

Además de fondos como la pesca, que puede ser palometa por ejemplo, y llega con una salsa marina, que es una reducción de caldo de mariscos, con mantequilla, crema fresca y un toque de vino blanco.

Otro es el Lomo Liso Angus, que viene con un demi-glace, salsa oriental, con kimchi, shiitake y algas.

Por último, los postres, donde te encontrarás con un Berlín, relleno de crema de sésamo, además de un helado de harina de maíz y un flan de queso, que probablemente reconocerás si eres un asiduo de DeMo en barrio Franklin.