El Putamadre es un restaurante y cantina, que abrió este año en una antigua casona del barrio Franklin.

Tiene toda una decoración estilo vintage, con tocadiscos y muebles setenteros y manteles de hule de colores en las mesas.

Ahora, acaba de inaugurar una terraza, en la que hay un escenario por el que pasan artistas que se anuncian a través de su Instagram, @restaurante_el_putamadre.

Ahí, los viernes y sábados puedes escuchar, por ejemplo, tangos, boleros, vals, cumbias, cuecas y estilos más ligados al rock, como el de como Chinoy.

El Putamadre, pura chilenidad

Como buen local del barrio Franklin, El Putamadre tiene una carta en la que manda las recetas chilenas.

De los platos uno buenísimo y apto para recomendar es el "pastel de choclo" ($ 6.900), con un abundante pino de prieta.

También el "gueon vaca" ($ 7.900), que es una cola de vaca al vino tinto, cocinada lentamente y que se acompaña con papas nativas y cebolla salteada al romero.

¿Algún sanguchito? Pide el “Oreste Plath” ($ 5.900), en marraqueta y con plateada asada y deshilachada, queso fundido, cebolla caramelizada y mayo al ajo.

Ojo con su carta de "tocomples", que llevan longanizas artesanales, como el "De Cuajo" ($ 3.000), con queso mantecoso y de cabra fundido, más un toque de mayo a la albahaca.

Para tomar, hay shops artesanales de la cervecería Rothammer, como un "session IPA" ($ 2.500) por ejemplo, o alguna de las jarras como la de "borgoña" ($ 8.000), con vino tinto y frutillas.