Siete lugares para comer rico por menos de $5.000
¿Quieres o tienes que almorzar en Santiago? Aquí, siete buenas opciones para comer contundente, sabroso y por menos de $ 5.000.

Comer en Santiago y escoger un buen lugar —que combine sabor y buen precio— no siempre es una tarea fácil, menos a fin de mes, cuando cada peso cuenta. Por eso, escogimos siete lugares que destacan por su buena relación precio versus calidad, de hecho en todos se puede comer por menos de $ 5.000.
1. La Lucha

Foto: Valentina Miranda Vega
La Lucha es una sandwichería peruana que es un hit en la vecina Lima y acaba de abrir su primer local en Santiago.
Específicamente, en el quinto piso del mall Costanera Center.
Y lo que ahí encuentras, son cerca de 12 alternativas de sándwiches, como el de "pollito a las brasas" ($ 2.390), que es una maravilla de pollo bien sazonado, con mayo casera y tomate.
Otro imbatible, es el "lechón a la leña" ($ 2.990), una delicia de pierna de cerdo, que se cocina por 12 horas, cosa de que quede blandísimo.
Puedes acompañarlos con una porción de "papas fritas" ($ 1.390), que ojo, prometen ser las más crujientes de Santiago.
2. En Tu Salsa

Foto: Valentina Miranda Vega
¿Vegetariano? Atento que En tu Salsa, es un local de arepas, esas clásicas de masitas de maíz hechas al estilo venezolano, que partió como food truck en 2013 y en noviembre de 2017 abrieron local en pleno Paseo Las Palmas.
Ahí, encuentras una arepa veggie, “la jardinera” ($ 4.000), rellena con zapallitos italianos asados, cebolla caramelizada, hummus, papas hilo y queso paisa
Además de otras opciones riquísimas para carnívoros, como la “criolla” ($ 4.700), con carne mechada, porotos negros, plátano frito y queso paisa venezolano.
3. Hasta que te encontré

Foto: Valentina Miranda Vega
¿Creerías que hay un lugar donde puedes almorzar bien por sólo $ 3.000? Ese paraíso existe y se llama Hasta que te encontré, una tienda en que venden y arriendan artículos vintage varios, y donde se acaba de habilitar un espacio vecino con almuerzos, a cargo del chef de la Pulpería Santa Elvira.
La idea es que tomes tu bandeja y elijas entre las opciones de platos de fondo, que pueden ser unos sabrosos "tallarines con albóndigas", que vienen en una vianda de metal, con salsa de tomates natural.
Todo eso va acompañado de sopa, jugo, pan, ensalada y postre.
Aquí hay más información del lugar.
4. La Micropasta

La Micropasta
Este restaurante funciona en una micro y se llama La Micropasta, porque se dedica a la preparación de pastas caseras con harina italiana.
Está en el patio del centro cultural Matucana 100 y ahí, de lunes a viernes, se ofrece un menú por $ 4.700 que incluye sopa, pan hecho en el lugar, un plato de fondo y un jugo de fruta natural (el postre se paga aparte, cuesta $ 1.000).
En este bonito restaurante de mesas de madera reciclada y floreros, siempre podrás elegir entre tres opciones de pastas, una de lasaña y diez tipos de salsas de acompañamiento.
Por ejemplo, te pueden tocar unos ravioles rellenos de chupe de mariscos o unos sorrentinos de albahaca, ricota y nuez que prepara a diario el chef Patricio Salinas (ex de la Peluquería Francesa). No exageramos si decimos que querrás pasarle la lengua al plato, sobre todo si queda algo de salsa, como la de vegetales salteados y bien sazonados.
Ojo, los sábados también hay menú, pero cuesta $ 5.500.
5. Na que ver

Foto: Valentina Miranda Vega
Lo de este local de barrio Yungay —una casona antigua que tiene más de 100 años— es la comida casera y enjundiosa. Sus dueños, un par de jóvenes chefs, definen al restaurante como una cocinería chilena donde manda el sabor y la informalidad.
Tanto es así que acá las mesas son más bien largos mesones que se comparten, con la idea de que los comensales se conozcan e intercambien ideas.
Todas las semanas hay una selección de siete platos que se anuncian en una pizarra y que cuestan entre $ 3.000 y $ 4.500, acompañados de pan y pebre (los sábados son un poco más caros, entre $ 6.000 y $ 7.000).
¿Qué le puede tocar cualquier día? Unos garbanzos con verduras y longanizas sabrosísimos, o unas pantrucas que suelen agotarse de lo buenas que son. Lo mismo que los chunchules acompañados de papas cocidas o la panita al vino tinto.
De postre, ojo con la leche asada, con harto caramelo ($ 1.300).
6. La Carmencita

María Ignacia Concha
Si andas buscando almuerzos a buen precio, una opción fija es el mercado Tirso de Molina que está a pasos de La Vega Central. Y uno de los restaurantes que hay que probar ahí es el de La Picá de la Carmencita (lee la nota completa acá), que está en el local 346 del segundo piso.
Carmen Pizarro —conocida como la Carmencita— lleva más de 55 años preparando las recetas que aprendió de su madre, como porotos granados, humitas y cazuelas.
Su menú cuesta $ 3.000 e incluye una sopa de entrada (un caldo de vacuno o mariscos), fondo y ensalada. De fondo puedes probar la "cazuela", que es bien contundente, la "carne a la hoya con arroz", o el "pescado frito" (que puede ser blanquillo) con papas fritas caseras.
7. Santorini

Hace 11 años que este restaurante es un referente del barrio El Golf a la hora de almorzar. Los menús de este local -austero, para unas 30 personas- son caseros y contundentes, pero más que nada económicos (menos de $ 5.000), considerando la zona en que está emplazado: entrada, fondo, jugo (o bebida), pan y pebre por $ 4.300 ($ 4.700 si le añade postre).
Cada día su dueño, el croata Ninoslav, tiene varias opciones de plato de fondo, en que nunca falta vacuno, pollo, pescado, una pasta y una opción vegetariana, todas con acompañamientos que pueden ser ensalada, puré o arroz.
De entrada, le puede tocar una crema de arvejas natural, espesa y sabrosa. Y como fondo, puede ser un "budín de zapallitos italianos" con una rica costra de queso gratinado encima, acompañado de puré casero. También, blanquillo y verduras al horno con espirales.
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