Cómo se gestó el video con que la centroderecha inició el debate constitucional e instó a “la mayoría” de izquierda a buscar acuerdos

Con una pieza audiovisual de cerca de dos minutos, el colectivo Vamos por Chile quiso transmitir una señal de unidad y hacer un llamado –dicen– a los sectores de izquierda en la Convención a construir acuerdos para la redacción del nuevo texto.


Luego de que la Convención Constitucional aprobara sus reglamentos de funcionamiento y antes del inicio de la primera semana territorial que tendrían los convencionales, Bernardo Fontaine (independiente-RN) comenzó a socializar con sus pares una idea que permitiera transmitir una señal de unidad en Vamos por Chile.

El economista les planteó a distintos integrantes del colectivo que grabaran un video en el que difundieran uno de los mensajes clave que quieren plasmar en el debate del nuevo texto: “Cambios en libertad”.

Así, el propio Fontaine -quien tiene experiencia en este tipo de iniciativas, a través de su participación en “Reforma la Reforma” y “Ciudadanos en Acción”- construyó un guion en base a las conversaciones que ha tenido con los demás convencionales de su sector y, en coordinación con el UDI Arturo Zúñiga, fueron asignándoles frases para que, con sus propios teléfonos móviles y desde sus distritos, grabaran las piezas.

De ese modo, en poco más de dos minutos, el video da cuenta de los intereses y preocupaciones que la centroderecha tiene respecto del proceso constitucional que está en marcha. En ese sentido, plantean que “hay cosas que cambiar y también cosas que valorar”, instan a que el país supere “la vergüenza de que haya chilenos sin acceso al agua” y se comprometen a “combatir el abuso del Estado y de los privados”, e impulsar las modificaciones necesarias para que “no vivamos a costa del medioambiente”. Junto con un llamado a las personas a “movilizarse” para ser parte del proceso en las instancias que este considera, en el video sugieren “una Constitución con derechos sociales que protejan de verdad” y en la que cada cual pueda elegir entre el servicio público y el privado “para que el Estado no te obligue a un mal servicio”.

En conversación con La Tercera PM, el propio Fontaine explicó que, “con ocasión del comienzo de la discusión constitucional, la idea era entregarle un mensaje a la ciudadanía respecto de cuáles son los temas que nos interesan y en los cuales vamos a proponer cosas. En ese sentido, lo primero es que esto está dirigido a las personas. En segundo lugar, queríamos transmitir que nosotros queremos cambios, pero cambios en libertad. Tercero, hay un emplazamiento a la mayoría de la Convención a buscar acuerdos y les decimos que esos acuerdos vienen de ellos, porque ellos tienen mayoría; nosotros no podemos tender puentes si no hay otra orilla dispuesta para acercar posiciones”.

Asimismo, el convencional explica que la pieza incluye “un rechazo a la violencia, a romper con la institucionalidad y a que la Convención apoye la violencia” y, por último, la intención de “llamar a los partidarios de la sociedad libre a movilizarse, participar en las audiencias y reunir firmas para iniciativas constitucionales, y votar”.

En el mismo sentido, Zúñiga detalla que coordinaron la realización de la pieza “para decirle a la ciudadanía que, en este inicio del debate de los temas de fondo, van a tener a 37 personas que reconocen que hay que hacer cambios importantes en el acceso al agua, protección del medioambiente y un Estado que dé respuestas a las necesidades de las personas de forma oportuna. Y también que hay cosas que valorar”. Pero, además, precisa que “no solo el fondo es importante, sino que la forma en cómo esto se desarrolle es fundamental: con la verdad y sin violencia (...). Si mantenemos la soberbia y la idea de una refundación, todos perderemos”, sentencia.

Gesto de unidad

Según reconocen en el colectivo de centroderecha, la utilización del concepto “rechazo” está asociado a la violencia y “saltarse las reglas”, pero “de ninguna manera” hay detrás del video un llamado a rechazar el proceso constituyente ni el resultado de este en el plebiscito de salida.

De hecho, explican que el ánimo detrás de esta acción es la búsqueda de diálogo para construir acuerdos, algo que -insisten- “depende sobre todo de la centroizquierda, que son mayoría en la Convención”.

Conscientes de su inferioridad numérica, en Vamos por Chile precisan que, dado el momento en que se comenzó a gestar la idea, veían también la necesidad de demostrar que estarán unidos para enfrentar el debate de los contenidos constitucionales.

Esto, pues la aprobación de los plebiscitos dirimentes como parte de las normas de la Convención había generado tensiones al interior del colectivo, con un sector que abogó por recurrir a la Corte Suprema mientras que otros expresaron dudas.

Y aunque, finalmente, los 37 convencionales acordaron que respaldarían el escrito al máximo tribunal, la iniciativa no prosperó, pues no contaron con respaldos de convencionales de otros colectivos, lo que les impidió contar con las 39 firmas necesarias para presentar el recurso, cuestión que -de nuevo- generó recriminaciones en la centroderecha.

En ese ambiente, dicen fuentes de Vamos por Chile, la idea de ejercer una acción unitaria fue parte de la motivación para grabar el video en el que “solo por problemas técnicos” aparecen 33 de los 37 representantes del colectivo.

Pese a eso, las diferencias del colectivo han quedado expresadas en el tono con que las denominadas “dos almas” de la derecha han enfrentado los discursos de apertura, iniciados este miércoles. Asimismo, se vio esta mañana cuando al presentar el video en un punto de prensa, los convencionales de RN se hicieron a un lado de sus aliados de la UDI cuando empezaron a acusar el avance de una “Convención tramposa”.

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