Evo y el lamento boliviano

Bolivian President Evo Morales is seen at the International Court of Justice in The Hague
Bolivian President Evo Morales is seen at the International Court of Justice, the U.N.'s highest court for disputes between states, before the ruling on a dispute between Bolivia and neighbour Chile on access to the Pacific Ocean, in The Hague, the Net...

El fallo de La Haya podría pulverizar la idea del Presidente boliviano de reelegirse por tercera vez en 2019. De todos modos, el gobernante aún cuenta con un importante apoyo, mientras que la oposición no ha podido capitalizar el desgaste del gobierno.


No sólo el gobierno chileno festejaba tras el fallo de La Haya que desestimó la demanda marítima de Bolivia, sino que también lo hacía la oposición boliviana. Esto, porque el que Chile no tenga obligación de negociar deja en un muy mal pie a Evo Morales, que levantó este caso como uno de los pilares de su gestión. Aunque el Presidente boliviano puede apelar ahora a la siempre útil "unidad de los bolivianos", lo de La Haya podría tener un importante efecto en las elecciones del próximo año, en las que Evo piensa reelegirse.

La oposición boliviana ya le está exigiendo explicaciones al mandatario, cuya administración levantó altas expectativas sobre un eventual fallo favorable a Bolivia. La Haya lanzó un balde de agua fría al deseo boliviano para que Chile se sentara a negociar una eventual salida al mar, pero también ahora la reelección de Evo queda en entredicho, cuando falta apenas un año para las elecciones.

Evo ya venía con problemas en su propósito de ser nuevamente reelecto. Morales llegó a la Presidencia en 2006 y ha sido reelecto en dos ocasiones, 2009 con el 64,2% y en 2014 con el 61,3%. El problema para el Presidente boliviano es que en febrero de 2016 perdió el referendo para permitir una nueva reelección. En esa ocasión, el No ganó con un 51,3%, mientras que el Sí obtuvo un 48,7%. Pero luego el gobierno boliviano se las arregló, vía Tribunal Constitucional, para poder postular a una tercera reelección.

En agosto pasado, Evo Morales rompió el récord de permanencia en el poder, con 12 años, seis meses y 21 días, un total de 4.587 días. El récord lo tenía Víctor Paz Estenssoro, que gobernó por 4.586 días, aunque en cuatro mandatos no consecutivos. Ya en octubre de 2015 Morales se había convertido en el Presidente con mayor tiempo de manera continua en el poder, superando a Andrés de Santa Cruz, que estuvo un total de nueve años, ocho meses y 25 días (1829-1839).

Si bien Evo le ha dado estabilidad política y económica a un país que entre 1997 y 2006 tuvo cinco Presidentes y quiebres brutales, en los últimos años ha comenzado a sentir un importante desgaste. Incluso, se ha enfrentado a algunos dirigentes cocaleros, sector que lo llevó a la Presidencia en las elecciones de 2005. También ha mantenido duros enfrentamientos con la oposición y se han destapado casos de corrupción, como en el Fondo Indígena, caso Quiborax, entre otros.

Una encuesta de julio pasado divulgada por el diario paceño Página Siete reveló que el 40% no votaría por Evo el próximo año. El problema para la oposición es que ninguno de sus dirigentes, ni Carlos Mesa, ni Jorge Quiroga ni Samuel Doria Medina, han logrado capitalizar el desgaste del gobierno. Además, Morales –el primer indígena que alcanzó la Presidencia en Bolivia- aún cuenta con una importante base de apoyo (alrededor de 40%) que, sin embargo, va a la baja.

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