Incendios en el Amazonas: La arriesgada apuesta de Piñera para posicionarse internacionalmente

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El Mandatario instruyó al canciller Teodoro Ribera y a su asesor en asuntos internacionales, Benjamín Salas, para realizar las gestiones que hicieron posible concretar las visitas a Brasil y Paraguay, mientras que el propio Piñera mantuvo contacto directo con Bolsonaro y Abdo desde Lisboa. El rol del Jefe de Estado, sin embargo, no ha pasado desapercibido en la oposición.


A las 6.23 de esta madrugada, Presidencia confirmó oficialmente que el Mandatario Sebastián Piñera se encontraba en territorio brasileño y que -hace algunos minutos- había aterrizado en Brasilia para sostener una reunión con su par de ese país, Jair Bolsonaro, y que, posteriormente, se trasladaría a Asunción, Paraguay, para hacer lo propio con su homólogo Mario Abdo.

El objetivo de las visitas era dialogar con ellos sobre la ayuda específica para enfrentar los incendios en el Amazonas y poder materializar la ayuda económica ofrecida por el G7.

El Mandatario, durante su paso por la cumbre del G7 -que se desarrolló en Biarritz- alcanzó un rol protagónico en esta materia, luego de que su par francés, Emmanuel Macron, le pidiera colaboración y ser coordinador entre el bloque económico y los países del Amazonas.

En este escenario, la confirmación del periplo de Piñera -quien fue sin prensa- se había mantenido en completo hermetismo por parte de La Moneda debido a que querían, afirman en el Ejecutivo, tener todas las precauciones para que la visita se concretara con éxito. Esto, ya que reconocen que la apuesta del Jefe de Estado era arriesgada y que, en parte, responde a "capitalizar" el rol que el G7 le había entregado para posicionar su figura internacionalmente.

El lunes en la tarde, tal como lo informó La Tercera, Presidencia y Cancillería iniciaron las gestiones para ver la factibilidad de que el Mandatario concretara el viaje y lo hiciera una vez que terminara su visita oficial a Lisboa, Portugal. Así, según fuentes del gobierno, Piñera instruyó al canciller Teodoro Ribera y a su asesor en asuntos internacionales, Benjamín Salas, para que iniciaran una serie de gestiones que hicieron posible concretar las visitas.

De acuerdo a las mismas fuentes, Piñera desde Lisboa mantuvo contacto directo con Bolsonaro y Abdo, mientras que el canciller desde Chile -donde se concentró la "base de operaciones"- se comunicó con sus pares latinoamericanos. Por su parte, Salas -dicen las mismas fuentes- se dedicó a negociar los textos de los comunicados que, posteriormente, se harían desde cada gobierno.

La idea de viajar a Brasil, afirman en el Ejecutivo, fue planteada por Chile en el marco de la cumbre del G7 con el objetivo de que Bolsonaro recibiera la ayuda internacional ofrecida por el bloque económico. Esto, en medio de un escenario de tensión entre Macron y el mandatario brasileño, quienes han tenido una serie de enfrentamientos públicos. Por esta razón, aseguran las mismas fuentes, con lo que en un comienzo era solo una idea, comenzaron los diálogos con Bolsonaro a 72 horas de realizar la visita a Brasilia, los que se intensificaron ayer desde Portugal. La propuesta del Mandatario, aseguran en el Ejecutivo, fue respaldada por todos los países del G7.

Las gestiones apuntaron a reforzarle a Bolsonaro que la ayuda entregada económicamente será respetando la "soberanía" de su país, algo que Piñera recalcó públicamente durante su estadía en Francia y que también repitió hoy. Luego, durante el trayecto del avión desde Lisboa a Brasilia, que duró cerca de diez horas, el Mandatario -afirman en el Ejecutivo- durmió muy poco y se enfocó en leer documentos y preparar las reuniones que sostendría con sus pares.

En el caso de la visita a Paraguay, en el Ejecutivo hacen una distinción y aseguran que con la reunión con Abdo se materializó la coordinación que pidió el G7, debido a que entregaron una ayuda concreta: el avión Air T8. "Es el primer acto simbólico", afirman en el gobierno.

Balance

En el gobierno aseguran que Piñera mantuvo constante comunicación con los ministros del comité político y su equipo en Santiago. De acuerdo a las mismas fuentes, el Mandatario les iba contando acerca de sus pasos y habría consultado opiniones sobre su visita: algunos les transmitieron que si concretaba el viaje debía hacerlo teniendo acciones concretas cerradas.

En La Moneda sostienen que, hasta ahora, el periplo de Piñera fue exitoso: dicen que el encuentro entre él y Bolsonaro fue positivo por varias razones, entre otras, que el Presidente fue recibido por el propio mandatario brasileño, quien -en el punto de prensa común- relevó el rol de coordinación de Chile y ratificó la apertura a recibir ayuda, siempre y cuando se mantenga el respeto por la soberanía. Esto, dicen las mismas fuentes, en parte, porque ambos gozan de buenas relaciones personales. De hecho, eso se ha visto reflejado, por ejemplo, en la participación del Mandatario brasileño, en marzo, en la cumbre Prosur que se realizó en Chile; en la decisión de Brasil de permitir la extradición del "comandante Ramiro" y la defensa de Piñera a Bolsonaro sobre su manejo de la emergencia provocado por los incendios.

Con todo, el rol que asumió Piñera en el tema del Amazonas no ha pasado desaparecido en la oposición, sobre todo por la postura que ha tenido el mandatario brasileño para enfrentar el tema de los incendios. "¿Cuál es la función de coordinar la ayuda a la Amazonía que asumió en el G7 el Presidente Piñera? Primero dijo que Bolsonaro había actuado bien, luego Bolsonaro atacó al G7 y rechazó la ayuda. O sea, la coordinación fue una maniobra publicitaria fallida", manifestó ayer en su cuenta de Twitter el excanciller y senador del PS José Miguel Insulza.

En tanto, el exministro de Relaciones Exteriores Juan Gabriel Valdés sostuvo hoy en radio Infinita que "el problema del Presidente Piñera es que genera expectativas más allá de lo que es capaz de cumplir, y la idea de coordinar países amazónicos desde Chile es una cuestión francamente fuerte". Y añadió: "Cuidado con generar expectativas más allá de lo posible, de lo prudente y, sobre todo, cuidado con generar en torno a esto una suerte de proximidad política con un gobierno que ha demostrado tener una completa irresponsabilidad en el manejo de un patrimonio como es el Amazonas".

No obstante, en el gobierno sacan cuentas alegres porque Piñera con esto -dicen- puede seguir posicionándose internacionalmente. De todas formas, algunos en el Ejecutivo advierten que esta fue la primera "prueba de fuego", que ahora deben ver cómo evoluciona su rol coordinador y que será clave que se concrete la ayuda financiera desde el G7 a los países afectados por el incendio.

Las mismas fuentes indican que Piñera adquirió un rol en una materia que es considerada catástrofe natural y que, por la misma razón, genera mucha empatía ciudadana a nivel mundial. Y agregan que, a diferencia de su viaje a Cúcuta para entregar ayuda humanitaria a los venezolanos -viaje que le generó críticas desde la oposición-, esto no tiene un cariz político. La crisis venezolana, de hecho, ha sido otro tema en el que el Mandatario ha buscado ejercer un rol de liderazgo internacional.

El paso que sigue ahora, afirman las mismas fuentes, es ver si Piñera o el canciller asistirán al encuentro que realizarán países amazónicos la primera semana de septiembre en Colombia. Ahí, de todas formas precisan que será como observador y para colaborar. Luego, deberá continuar agendando bilaterales para la cumbre de la ONU que se realizará en septiembre en Nueva York, con el objetivo de conversar sobre medidas a mediano y largo plazo.

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