Para muchos la inauguración de una nueva sucursal de un banco no es sinónimo de vanguardia. Sin embargo, la nueva sede del Bci de Vitacura 6852, se ha convertido en un hito, pues se trata de una sucursal ecológica. El edificio incluso está en proceso de certificación LEED, presente en Chile desde hace algunos años, y Passivhaus, certificación alemana extendida en toda la Comunidad Europea, pero inédita en esta región.

La sucursal del Bci aspira a llegar a ser un edificio energy-plus (construcciones que generan más energía de la que consumen) y poder así aportar al sistema eléctrico central.

Además, por primera vez en el país una edificación entrega su energía directamente a la red interna y sus excedentes a la red local a través de la aplicación de un sistema fotovoltaico de 4,8 kw de potencia peak. Algo que no solo contribuye a cubrir un 35% de la demanda de energía de esta sucursal, sino que además prescinde de los sistemas de almacenamiento en batería conocidos en Chile, generando con ello un precedente importante que dejaría atrás la no existencia de reglamentación para el almacenamiento y compra de energía fotovoltaica a la red y dar pie a la creación de un sistema de compra de energía verde tal como sucede en países europeos. "Con esta iniciativa vamos a demostrar la viabilidad de este modelo de construcción sustentable y, seguramente, la industria lo replicará con el objeto de contribuir con el entorno y con las comunidades donde nos desenvolvemos", enfatiza el gerente general de Bci, Lionel Olavarría.