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Bien envuelto

El packaging, al que también le podríamos decir envoltorio, ha sido criticado por años por ser basura fácil en vez de ser un aporte a la marca, al producto en cuestión o a la sociedad que lo consume. Sin embargo, el packaging hoy -y lo que se espera de él en el futuro- es mucho más que diseño injustificable; significa conservación del producto, unificación social y aporte al medioambiente, entre otros beneficios.

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El Almacén Parrita, ubicado en la calle Manantiales en Conchalí, es uno de los tantos locales de barrio que trabajan con Algramo, un modelo de negocio enfocado en ser un canal de distribución de productos de necesidad básica a granel. El sistema es sencillo pero perfecto. Contempla la venta al detalle de productos como lentejas o arroz por medio de máquinas dispensadoras en envases retornables, “de modo de reducir los precios de compra, respondiendo al problema de falta de liquidez en las familias de escasos recursos que no permite comprar formatos de mayor volumen, reduciendo además el impacto ambiental de los envases”, señalan en su página web. Y aunque Algramo no contempla un diseño de vanguardia en sus contenedores, ni tampoco se ha preocupado de lanzarse al mercado con flashes y propaganda contagiosa, es un sistema de packaging eficiente, que responde a las necesidades de cierto sector socioeconómico de Chile, que es amigable con el medioambiente y se hace notar como marca sin descuidar el producto que contiene.

Lo que ocurre actualmente con el diseño de packaging -no solo en Chile sino que a nivel mundial- es casi un asunto matemático: + contaminación requiere - basura; ya no somos una masa consumidora, sino que distintos seres humanos con necesidades divergentes. Así lo corrobora al menos el diseñador, consultor, experto en comunicación, académico del Departamento de Diseño de la Universidad de Chile y profesor visitante de la Escuela de Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Chile Erik Ciravegna. “Llevamos muchas décadas con campañas de revistas y diarios contra el packaging. Lo que pasa es que hoy en día, con esta nueva concientización hacia el medioambiente, esta rama se considera como basura, una fuente de contaminación inmensa. Y es verdad. Porque de hecho el packaging siempre ha sido un elemento diseñado mal, en el sentido de que antes se usaban muchos materiales para su creación, con mucho exceso de packaging. Pero la verdad es que no podemos eliminarlo totalmente. La definición de packaging es lo que permite un desplazamiento del producto en el tiempo y en el espacio. Es decir, considerando la sociedad en la cual vivimos, no podemos imaginar, por ejemplo, ir al campo y tomar la leche directamente de la vaca. Entonces el packaging permite desplazar esa leche en el espacio -porque el campo de donde viene podría ser en el sur de Chile y lo vamos a comprar en un supermercado en Santiago- y en el tiempo, porque permite alargar la conservación del producto. Entonces el tema es, ¿cómo diseñarlo de la manera correcta para que tenga sentido para el producto, para la empresa que lo vende, también para el usuario que lo compra y lo consume, y además para la sociedad y para el medioambiente?”.


5 reglas del packaging

El packaging, entonces -o como debería ser-, actúa como punto de encuentro entre las empresas, los productos, el usuario, la sociedad y el medioambiente. No es solo algo para envolver el producto, es finalmente una herramienta para envolverlo, desde el punto de vista del diseño, pero también para conservarlo en el tiempo, conducir los valores de la marca, para que la empresa pueda afirmar su estatus en el mercado, y también para resolver los problemas del usuario, que tiene necesidades especiales y propias; para no impactar negativamente a la sociedad desde un punto de vista del consumo, y para no afectar negativamente el medioambiente. La pregunta que se hace Ciravegna -y que nos debiéramos hacer todos nosotros- es ¿cómo repensar o rediseñar de la manera correcta un packaging para que tenga sentido para todos? “Hoy en día hay innovaciones tecnológicas que sirven para mejorar la conservación del producto o innovaciones casi comunicacionales de identidad. Hay experimentaciones gráficas para que el packaging pueda salir de la góndola del supermercado, resaltar. Para que se muestre en toda su novedad e innovación, para que la marca se reconozca, etc.

Por otra parte, estamos enfrentando un periodo en el que hay una nueva tendencia que es la innovación social. El diseño de un packaging hace frente a cada usuario con distintas necesidades, para los que tienen problemas a la vista, para los ancianos, etcétera. Por lo tanto, esta rama del diseño puede mejorar la vida de las personas”, enfatiza el experto.


Los ejemplos

Ya hablamos de los chilenos Algramo (algramo.cl), quienes, entre 1.200 postulantes, recibieron el prestigioso premio The Venture, que premia con dinero a pequeñas empresas por su innovación social.

Luego, muchísimas escalas más allá de nuestras fronteras, en Gui Zhou, China, está Pesign Design, cuyo trabajo deja entrever no solo un respeto por el medioambiente, sino que también por las costumbres del pueblo chino. Ganador en la categoría Plata de los Pentaward 2014, y destacado como el mejor producto en la categoría Alimentos, el Quian’s Gift es un arroz orgánico proveniente del sudeste de Gui Zhou, donde los trabajadores que lo cultivan lo hacen a través del modo tradicional, rechazan químicos, fertilizantes y pesticidas; los patos aseguran la tierra fértil y las ranas se comen los insectos dañinos. El diseño de Pesign, inspirado y coherente con este rechazo hacia la industrialización, decidió abandonar el método de impresión moderno para el desarrollo del packaging. El papel contiene una alta cantidad de fibra vegetal, es biodegradable y no contamina. No se usó ninguna máquina de impresión en el proceso de producción del envase para así proteger el medioambiente local. (pesign.cn).

Como un tercer ejemplo nos adentramos en el mundo de Oki Sato, diseñador y fundador de Nendo, estudio de diseño establecido en Japón el 2002. Esta vez se trata del packaging y la etiqueta de la Shiawase Bananas, un plátano de alta calidad de la cadena Unifrutti en Japón. Estos plátanos se cultivan en la región centro-norte de la isla de Mindanao, en las Filipinas, en una plantación dentro de un parque nacional y en altitudes de 1.000 m o más. El diseño minimalista de Nendo -un sticker doble en la cáscara de la fruta y una bolsa de papel para llevarse el producto- rechaza cajas y material de embalaje innecesarios y es coherente a la vez con la alta calidad del producto y con su relación amigable con el medioambiente. (nendo.jp).

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