Borge Mogensen nació en Dinamarca en 1914, junto a Jacobsen y Wegner, no solo es considerado uno de los padres del diseño danés, sino que además un total representante del funcionalismo. Formado como ebanista, se perfeccionó en la Escuela de Artes y Oficios de Copenhague. A fines de los años 30, inició su colaboración con el estudio de Kaare Klint, hasta que en 1950 abrió su taller, momento en que comenzó a escribir su propia e interesantísima historia. Murió en 1972.

Como ya dijimos lo suyo fue el funcionalismo, pero teñido de esa gracia y elegancia que solo el diseño escandinavo tiene. A esto hay que sumarle las características que hacen tan cotizadas hoy las ideas de Mogensen en las subastas internacionales: la limpieza de su trazo con la que consiguió hacer de sus muebles no solo joyas de estilo, sino piezas tremendamente atemporales.

Fue su preocupación constante por la proporción y necesidades del cuerpo humano lo que lo llevó a crear piezas en las que lo decorativo se subordina a lo naturalmente apropiado. De hecho, su trabajo está marcado por una serie de ensayos e investigaciones que realizó a mediados de los 50, en conjunto con Grethe Meyer, en las que se dedicó a estudiar las medidas de los objetos que nos rodean y que normalmente están presentes al interior de una casa: cubiertos, muebles, ropa, etc.; estableciendo tablas para determinar la correcta medida (ancho, alto y fondo) de estantes y cajoneras, creando sistemas de almacenaje que formaban parte de lo estructural de las obras. W fredericia.com