Increíble cómo pasan tan rápido los años; hace cuatro yo aún vivía en Puerto Varas, cuando a raíz de un blog que tenía online comencé a disfrutar que me leyeran; siempre había escrito, desde niña, más de treinta 'diarios de ida', como los llamaba, cuadernos enteros de historias, cuentos, mil cartas… todas se las escribía a la Luna, sintiendo que era la que mejor guardaría mis secretos, poesías, cuentos infantiles, sueños, cartas de corazón roto y de corazón ilusionado, pero siempre era yo la única que lo leía. Fue así que en un acto de desfachatez y valentía pedí una reunión en La Tercera ofreciendo algo similar a mi blog pero en papel; con máxima generosidad y sorpresivamente sin dudarlo me dieron este espacio en MásDeco. Jamás había publicado, la confianza que me tuvieron aún me emociona. Fueron casi cien columnas, unas mejores que otras, pero todas fueron parte de mi comunicación con ustedes, maravillosa comunicación, sus comentarios por Twitter o Instagram eran lo primero que leía abriendo un ojo los sábados en la mañana. ¡Gracias! Me pararon incluso en el supermercado, en la farmacia, en la cafetería, para comentarme alguna columna puntual, siempre cálidamente, siempre para decirme algo bonito, siempre para decirme que disfrutaban leerme. Llevaba treinta años escribiendo solo para mí y para la Luna, en silencio... no se imaginan lo rico que fue cada una de nuestras interacciones. Viví mudanzas y cambios grandes siempre acompañada por ustedes. Un regalo.

Es hora de una pausa, de refrescar los textos, de alternar los medios de expresión. Estoy fascinada con un nuevo proyecto de ambientación de interiores, de trabajar con espacios y flores. En www.arboreo.cl estaré haciendo eso, siempre con mi libretita a mano, para anotar ideas y volverlas a compartir con ustedes.

Gracias infinitas a MásDeco, Osvaldo, Paulina, Andrea, por la paciencia y por la increíble oportunidad.

Y a todos los que disfrutaron leyéndome, gracias por acompañarme.

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