El domingo pasado bajamos la cortina de la última versión de la feria MásDeco Market en el Centro Cultural Estación Mapocho, y nuevamente podemos decir ¡gracias! A ustedes -el público que la llenó todos los días, especialmente el fin de semana-, a los expositores y a los auspiciadores. Todos aportaron desde su área, con actividades entretenidas, workshops, -vi a varios con la repisa bajo el brazo que hicieron en los talleres de Easy y a otros con la lámpara origami-, charlas de universidades, degustaciones y un largo etcétera de cosas que iban pasando en simultáneo. La Estación Mapocho tiene capacidad de convocatoria y la feria también, el resultado fueron cuatro días de emprendedores mostrando sus cosas y de un público con ganas de conocer y aprender. Ahora estamos levantando el feedback de parte de los expositores y los comentarios dejados por ustedes, porque la idea es mejorar edición a edición. Ya tenemos fecha para diciembre, así que espero verlos nuevamente y con el mismo entusiasmo a fin de año.

Las casas que llevamos en este número son lindas, sueltas y con el sello de sus dueñas, lo interesante es que son de dos hermanas; algunos códigos se comparten, como el hecho de ser casas de escala real, con mucha luz natural y donde los objetos elegidos corresponden a criterios personales más que a modas. Para mí ahí está la gracia de una buena decoración, que exista una narrativa interesante y que siendo casas contemporáneas, puedan mostrar una historia y una evolución.

Por último, un recorrido por Rancagua, ¿por qué Rancagua? Porque es una ciudad que finalmente está sacando voz propia, tienen el karma de estar muy cerca de Santiago, lo que de alguna manera inhibe el desarrollo de cosas propias, pero cada vez son más los que apuestan por ella y donde el “ir a Santiago” ya no es necesario. Joaquín Bravo, dueño de Tara, es un ejemplo, no solo se instaló en el centro histórico de Rancagua, algo a lo que muchos le hacen el quite, sino que además llevó una estética nueva y distinta. El primero de varios, espero.