Hace algunos meses tuve la oportunidad de conocer a

Charles Renfro

, socio principal de la oficina Diller Scofidio + Renfro, quien visitó Chile invitado por Rodrigo Tisi, decano de la Facultad de Artes, Diseño y Arquitectura de

UNIACC

. En esa conversación, uno de los temas interesantes que se discutieron es cómo la gente interactúa con los espacios públicos diseñados por ellos. La oficina es la responsable del parque High Line, que ya completó su segunda etapa, y del Pabellón Hypar en el Lincoln Center, ambos en Nueva York, además del Blur Building, una instalación en Yverdon-Les Bains (Suiza) entre otros proyectos. Lo interesante de cada uno es cómo la interacción espontánea de la gente con el espacio diseñado, pero sin un guión específico, es lo que completa y define el uso final del mismo.

Hoy estuve caminando por el High Line y pude comprobar que la segunda etapa no solo fortalece lo que la primera ya demostró -es el parque de moda en estos

momentos- sino que entrega nuevas situaciones en que la gente hace lo que le nace, es lugar de descanso, de lectura, de paseo, de fotos de novios y sesiones de moda; la gente duerme, come, se junta y los edificios que lo rodean no son indiferentes a esta situación. Desde el hotel Standard la gente mira y se muestra, e incluso hay una cantante de ópera que sale a su balcón y canta porque este parque le quedó como una audiencia cautiva, y que no tuve la suerte de escucharla. En la misma sintonía, acabo de leer en el Financial Times sobre un nuevo proyecto en San Petersburgo, financiado por Roman Abramovich, dueño entre otras cosas del Chelsea FC, que se ha transformado en ‘el’ parque para escapar de la ciudad. Ambos fueron terrenos baldíos que con una intervención inteligente hoy son espacios públicos de calidad.

Cuando comparo estos proyectos con las intervenciones que se hacen en Chile, me parece que se subestima a los usuarios, y les entregamos guiones rígidos y poco espontáneos, diciéndoles cómo deben utilizar los espacios de una manera específica y no permitiendo el aporte de la comunidad. La primavera está ad portas y la gente quiere salir y pasarlo bien, pensemos en espacios que lo permitan.