Época para admirar
La modernidad marcó varios hitos arquitectónicos en nuestro país. Por lo mismo, 20 años atrás como también ahora, dos publicaciones dan cuenta de la relevancia de esta influencia, principalmente entre las décadas del 30 y 70. Acá, un subrayado a ambos libros para todos aquellos que quieran saber sobre nuestra historia arquitectónica.

En noviembre de este año se cumplen 20 años de la publicación del libro Arquitectura y Modernidad en Chile de los arquitectos Humberto Eliash y Manuel Moreno. Un testimonio de la relevancia de la arquitectura moderna en nuestro país y cita obligada de estudios, investigaciones y tesis que existen en Chile sobre el tema.
Por su parte, la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Diego Portales, coincidiendo con este hito histórico, acaba de lanzar ResidenciasModernas: Habitar Colectivo en el Centro de Santiago, 1930-1970, de los arquitectos e investigadores de la Escuela de Arquitectura de la UDP, Andrés Téllez y Cristóbal Molina.
:Puesta en valor
En los 80, los arquitectos Humberto Eliash y Manuel Moreno, confirmando la ausencia de estudios acabados acerca del legado arquitectónico moderno de nuestro país, se dieron a la tarea de investigar. El resultado fue un cuaderno de 40 páginas de la Editoral Cuaderno Luxalon, sacado para una colección que se iba a distribuir en la Bienal de ese año. La publicación fue un éxito editorial que agotó su tiraje en pocos meses, y el material generado por Eliash y Moreno excedió por mucho las páginas publicadas, motivándolos a acercarse a Kurt Reinhart, en ese entonces gerente general de la empresa Hunter Douglas, para pedirle financiamiento y poder hacer un libro sobre elmismo tema.
Así, con el apoyo de Ediciones de la Universidad Católica, quien aportó su experiencia editorial a través de Gabriela Echeverria, se publicó Arquitectura y Modernidad en Chile 1925–1965, una Realidad Múltiple. El libro se agotó hace ya varios años y hoy es consulta obligada.
A dos décadas de su publicación, le preguntamos a Humberto Eliash:
-¿Cuáles fueron los ámbitosmás relevantes que se quisieron plasmar en el libro?
Tratamos de descubrir cómo había sido el proceso demodernización de la arquitectura chilena, en cuanto significa un correlato de lamodernización política, social, económica y cultural del país durante el siglo XX. Sobretodo nos interesaba dejar un testimonio de dicho proceso a partir del conocimiento directo de las obras de ese período y de sus protagonistas, algunos ya fallecidos: Sergio Larraín, Emilio Duhart, Sergio González, Jorge Aguirre entre otros.
-Tras 20 años de su publicación, ¿cuál cree que ha sido el legado del libro?
-Su mayor mérito ha sido contribuir a valorizar la arquitectura moderna en su contexto nacional e internacional. El libro se convirtió en un referente para entender y valorar el patrimonio de la modernidad. Prácticamente no hay estudio, tesis de grado o postgrado que se escriba sobre ese periodo en Chile -de 1925 a 1965- que no cite este libro. Permanentementeme llegan consultas de todo el mundo sobre su contenido y lo más interesante es que muchos jóvenes se han preocupado en seguir investigando sobre los autores, temas y enfoques que el libro plantea. Eso le da continuidad y profundidad a este tipo de estudios y contribuye a darle mayor espesor a nuestra delgada cultura arquitectónica y urbana.
-En todo este tiempo, ¿qué evolución sientes que ha tenido el aprecio por la arquitectura moderna en Chile? y ¿cuál es el valor que adquiere ésta dentro de la arquitectura nacional?
-Antes de los años 80 se consideraba patrimonial sólo la arquitectura colonial y algo la republicana. A partir de este libro y otras acciones (las bienales, ciertas investigaciones en las universidades de Chile y Católica, Docomomo, etc.), la arquitectura moderna comienza a ser valorada como patrimonio, entendiendo que las ciudades chilenas son, básicamente, modernas. “Gracias” a los terremotos y otros desastres no tan naturales, se ha destruido gran parte de nuestro legado anterior y las ciudades han debido reconstruirse sobre planteamientos ideológicos modernos. Es importante señalar que en Chile hay una especie de adicción por el cambio. En nuestras ciudades eso es muy evidente puesmutan y se reinventan todo el tiempo. Eso, en general, ocurre tan rápido que ni siquiera alcanza a documentarse. En eso este libro hace un aporte, pues ayuda a registrar esos cambios y a pararse críticamente frente a él. Creo que las preguntas sobre nuestra identidad nacional que deja el libro son más importantes que las respuestas que da. Hoy nadie cuestiona la importancia y el valor que ha tenido la arquitecturamoderna, sin embargo cabe preguntarse, entre otras cosas, por qué la arquitectura considerada de punta, hoy, repite los códigos formales de los años 60.
:Los testigos
Las mismas décadas fueron analizadas por el libro Residencias Modernas: Habitar Colectivo en el Centro de Santiago, 1930-1970, de los arquitectos e investigadores Andrés Téllez Tavera y Cristóbal Molina Baeza, quienes muestran en detalle algunas de las más relevantes obras enmateria de vivienda unifamiliar, públicas y privadas construidas entre 1930 y 1970. Un testimonio del cómo se construyó Santiago moderno, el mismo que hoy define parte del carácter del centro fundacional y la huella de sus antiguas áreas periféricas.
Formado por imágenes, historia y planimetría, este libro da a entender la organización espacial de esas viviendas colectivas, dando origen a un documento de alto valor. El repertorio seleccionado incluye ejemplos como los edificios Merced, Baquedano y Forestal, pensados en satisfacer los requerimientos de habitación de las clasesmás acomodadas que estaban dispuestas a permanecer en el Centro de Santiago, gracias a la ubicación privilegiada, a un costado del Parque Forestal.
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