Recién a partir de las 17 hrs. es posible encender leds en algunas zonas de la nueva Academia L'Oréal -en calle Magdalena con Isidora Goyenechea-, así como en las nuevas oficinas de esta firma en la calle Alcántara. ¿Ahorro energético? Claro que sí. Aunque lo anterior responde a sus nuevas políticas sustentables. Conceptos que parten tras el 27F, cuando se vinieron abajo las oficinas de L'Oréal en Ciudad Empresarial. El desastre significó, por otro lado, una oportunidad al plantearse una gran inversión para resolver el nuevo emplazamiento de esta marca en Chile, siguiendo los lineamientos internacionales de L'Oréal París.

"L'Oréal se ha comprometido como grupo a regirse bajo un enfoque ecorresponsable centrado en la compensación de los impactos de su actividad. Esta consideración abarca todas las etapas del proceso de investigación y los pasos en la vida de las materias primas, desde el diálogo con los proveedores hasta el final de la vida de los productos acabados", explica Humberto Casillas, director división productos profesionales L'Oréal Chile.

Favorecer la luz natural y reducir el consumo de energía por conceptos de iluminación y climatización forman parte de las aplicaciones incorporadas al edificio de la nueva Academia L'Oréal.

En el caso específico de la Academia Santiago -donde se manejan las marcas L'Oréal Professionnel, Redken, Kérastase y Matrix- se trazó un diseño interior a partir de una planta libre que como primera condición debia cumplír con una cuota importante de iluminación natural, reduciendo así el consumo de energía. Los indicativos de sustentabilidad en este diseño son: ahorro de energía a través de controles de luz y sensores de presencia, sistemas de aire acondicionado que no producen CFC (principales culpables de la reducción de la capa de ozono), ahorro de agua, mobiliario de oficina elaborado con productos reciclados y uso de materiales nacionales como el mimbre de Chimbarongo y piedras de cantera en revestimientos.

A toda esta infraestructura se suma la labor diaria que realizan los empleados de este espacio a través de la separación de residuos en contenedores centrales y botes individuales. "Este es un centro de formación para nuestros clientes. En marzo se hicieron más de 60 seminarios y siempre se hace una introducción a este nuevo concepto asociado a la responsabilidad con el medioambiente. Lo más ejemplificador, entonces, es explicar nuestra casa, cómo fue hecha y para dónde queremos ir", detalla William Elisondo, gerente RR.PP., División  Productos Profesionales.

Reciclaje. Los empleados separan los residuos en contenedores y están preocupados de la reducción del consumo de papel.

La reducción del consumo de papel es otro de los desafíos planteados a los trabajadores de esta marca, tanto en la Academia como en la casa matriz. De hecho, no hay papeleros en las oficinas, solo contenedores cerca de los ascensores, lo que en la práctica los ha llevado a establecer un mayor orden en sus escritorios.